Hay años buenos, regulares y malos en materia de cine comercial. Sin duda, el 2012 fue un año extraordinario a decir de las películas nominadas para la entrega de los Óscar el domingo 24 de febrero.

Tuvimos oportunidad de ver tres de las favoritas para obtener la estatuilla dorada como la mejor película y la verdad son sensacionales, cada una en su género.

Argo, Les Miserables y Lincoln pudieran —cualquiera de ellas— llevarse el ansiado galardón porque representan una muestra contundente del mejor cine de Hollywood.

Las tres son historias humanas, dos de ellas de la vida real y la tercera —Les Miserables— inspirada en una realidad social, con protagonistas de primera línea, dirección magistral y excepcionales escenografías.

Son además filmes con personas de carne y hueso. Nos sorprenden las películas de ficción como Avatar, Harry Potter o El Señor de los Anillos, pero mil veces más preferimos El Padrino, Titanic, El Gladiador o Una mente brillante que reflejan realidades humanas y hechos históricos.

Lincoln, dirigida por el talentoso Steven Spielberg, es la favorita para arrasar en la noche de los Óscar, en Hollywood. Logró doce nominaciones y debido al momento político de Estados Unidos y a la promoción de los Estudios Fox está destinada a llevarse varios premios, incluyendo la mejor película y el mejor director.

La imagen del presidente Lincoln de un político humanista, sencillo, afable y al mismo tiempo inseguro por el entorno que vive durante su batalla por abolir al esclavitud, atrapa la atención inmediata de los cinéfilos.

La actuación de Daniel Day-Lewis como Abraham Lincoln es soberbia y digna de un nuevo Óscar para el artista británico-irlandés, quien ya recibió la figura de oro en dos ocasiones anteriores por las películas My Left Foot (1989) y There Will Be Blood (2007).

Es posible disfrutar además de la presencia de otros dos magníficos actores: Sally Field en el papel de Mary Todd, la esposa de Lincoln, y de Tommy Lee Jones, quien personifica a un legislador radical de esa época.

El filme vale oro por el simple hecho de conocer de cerca la lucha política contra la esclavitud que emprendió Lincoln y que posteriormente le costaría la vida. Impactante resulta además enterarse de las relaciones tormentosas entre la Casa Blanca y el Capitolio, cuya comunicación se realizaba a través de mensajeros que corrían de un edificio a otro con recados escritos.

Les Miserables es nuestra película favorita del 2012 porque reúne todas las cualidades que se puede encontrar en un buen filme: una gran historia basada en la célebre novela de Víctor Hugo, actuaciones magistrales de Hugh Jackman y Anne Hathaway, estupendos escenarios y vestuarios, además de la música que ha hecho famosa a la obra de teatro del mismo nombre.

Extrañamente Les Miserables no obtuvo nominación para el mejor director, en este caso Tom Hooper, por ello se ve difícil que obtenga el galardón como la mejor película, aunque tampoco sería algo imposible.

En estos tiempos cuando la pobreza mundial, las pasiones humanas y la lucha por rescatar los valores cristianos están presentes en nuestras vidas, Les Miserables merece algo más que la nominación de la academia de Hollywood. Si no gana como mejor película al menos un reconocimiento especial por tanto esfuerzo y talento reunidos en el filme.

Argo, dirigida y actuada por Ben Affleck, se basa en el emocionante rescate de seis norteamericanos que escaparon durante la toma de la embajada norteamericana en Irán, allá en 1979 cuando Jimmy Carter gobernaba el país en medio de yerros y protestas alrededor del mundo.

La película de dos horas te mantiene literalmente en el filo de la butaca y el suspenso termina cuando el avión 747 de Swissair despega y se aleja del aeropuerto de Teherán con los seis refugiados y un operador de la CIA, quien planeó y ejecutó el rescate en contra de una orden presidencial.

Argo, cuyo título se refiere a una película falsa que se rodaría en Irán, nos transporta a los años 1980 cuando las corbatas anchas, el pelo largo y los autos de lujo dominaban el paisaje norteamericano y destacaban personajes como Walter Cronkite, el Sha de Irán y el Ayatollah Jomeini, entre otros.

Un año excepcional, pues, para los que gustan del cine comercial, habrá que disfrutarlo y esperamos ver pronto el resto de las películas nominadas para el Óscar en este 2013.

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