Según estudios realizados, el número de dueños de vivienda en Estados Unidos nacidos en otro país aumentará 2.8 millones para el año 2020. Sin embargo, si la reforma migratoria se logra, este número será mucho más alto, una vez que los trabajadores indocumentados reciban su ciudadanía.

Nadie puede negar que los migrantes latinos tienen una gran influencia en el mercado inmobiliario de E.E.U.U.; por años, muchos de ellos sin contar con papeles migratorios fueron capaces de comprar casa aún cuando fuera a nombre de amigos cercanos. Se ha llegado a calcular que en el 2004 había miles capaces de generar $44 mil millones en préstamos hipotecarios.

Ahora, según estimaciones, 6 millones de inmigrantes indocumentados, cuentan con los requisitos para que se lleve a cabo su legalización y de ellos, 3 millones, podrían comprar su primera vivienda.

Esta posibilidad le daría al mercado inmobiliario el refuerzo que necesita para superar la crisis sufrida en el 2008.

Las leyes de Estados Unidos permiten a un inmigrante sin documentos comprar una casa, el problema es lograr el préstamo hipotecario. Pero ante el potencial que representan a la economía los bancos dejaron por un tiempo de solicitar los números de seguro social como uno de los requisitos y con el número de identificación de pago de impuestos (Income Tax Payer Identification Number) y La Matrícula Consular es suficiente.

Son 8.6 millones de inmigrantes indocumentados los que poseen dicho número de identificación, y que pagan impuestos. Con la reforma migratoria en puerta, casi 11 millones de inmigrantes indocumentados podrán solicitar una nueva visa para estabilizar su situación y regularizarse, una vez aprobada esta visa, el beneficiario podrá conseguir que su esposo (a), hijo o hija que viven en otro país tengan derecho al mismo estatus.

Al cabo de ocho años los que hayan entrado en el proceso podrán conseguir su residencia permanente siempre y cuando paguen sus impuestos y aprendan el idioma, por consiguiente, el siguiente paso sera hacerse de su casa propia.

Aún con todas estas estadísticas, según el informe "Propietarios de Casas entre la Población Extranjera" del Buró del Censo de Estados Unidos, los inmigrantes no solo mexicanos, sino de cualquier otro país, tienen menos posibilidades de ser dueños de una casa en comparación con los ciudadanos estadounidenses.

En sus páginas explica que el 52% de los inmigrantes tenían casa propia en el 2011 comparado con el 67% de los ciudadanos Americanos.

Dicho reporte especifica que los inmigrantes representan una de cada siete familias del país y que las posibilidades de comprar una casa se hacen menores para ellos debido a la inversión tan alta que se requiere para hacerlo.

Según el mismo informe el 66% de los extranjeros naturalizados como ciudadanos son dueños de casas, contra solo el 34% de los extranjeros no naturalizados, con casa propia.

Entre las cifras que comparte está que casi el 75% de los inmigrantes que llegaron antes de 1980 tienen su propia casa, comparado con solo el 25% de dueños de vivienda entre los llegados después del 2000.

Las ciudades con más inmigrantes dueños de casa propia son: Nueva York, Los Angeles, Miami, Chicago y Houston.

Actualmente varios grupos se encuentran luchando por apoyar a familias Latinas indocumentadas a que compren un hogar con la posibilidad de que se les otorge un crédito y se les ayude con el idioma, ya que según un censo, cuentan con las características necesarias de edad e ingresos para ser propietarios.

Y ya se pueden mencionar algunos avances, como el hecho de que hoy en día existan varios programas de financiamiento que piden

poco enganche. Si a esto le agregamos que las tasas de interés han estado historicamente bajos, nos da como resultado un clima favorable para comprar casa.

Jorge Ahuage, cuenta con más de 20 años de experiencia como asesor inmobiliario en el sur de California.

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