Vida

Pequeñas decisiones

Todo acto tiene una consecuencia

Integridad, es la cualidad que cualquiera que se diga un hombre de verdad aspira a tener en su vida y digo hombre porque solo puedo ver las cosas desde esa perspectiva. La palabra encapsula todo lo admirable de ser un caballero: honestidad, confianza, rectitud, justicia, lealtad, coraje, valentía, el que tu palabra valga algo porque lo demuestras con actos, cumplir tus promesas, sin importar las consecuencias. Básicamente que no eres puro parloteo.

Si esto es a lo que un hombre de verdad podría aspirar ¿entonces porqué comprometemos esa aspiración? Todos los días tomamos pequeñas decisiones en las cuales podemos seguir ese camino virtuoso o descarrilarnos fácilmente. ¿Hoy comeré fuera de la oficina en un restaurante caro y le pondré gasolina a mi carro como "viáticos" que la oficina pagará? ¿Mentiré en mi currículo para obtener ese trabajo que he deseado desde hace tiempo? ¿Coquetearé con esa muchacha porque mi novia no está presente? ¿Faltaré a la escuela hoy diciendo que hubo una "emergencia familiar"? ¿Diré que estoy enfermo para no ir a la comida familiar? ¿Bajaré música y películas ilegalmente del internet?

Por un tiempo se pensaba que estas decisiones se tomaban cuando una persona hacía un análisis al estilo costo/beneficio, es decir, cuando uno toma una decisión poco ética, inmediatamente compara la posibilidad de ser descubierto con la repercusión que le acompaña contra el beneficio que pudiera obtener de salirse con la suya. Sin embargo, nuevos estudios muestran que estas decisiones se toman basadas en otros factores psicológicos y del contexto que la gente ni siquiera nota.

¿Alguna vez han visto a alguien famoso corromperse de manera irremediable sólo para preguntarse cómo terminó así?

No es como que un día se despertó y dijo "Hoy seré la peor versión de mí". Estoy convencido, basado en experiencias propias que ese viaje al "lado oscuro" comenzó con una decisión pequeña que en el momento parecía insignificante. Algo como que te den el cambio mal al pagar algo, darte cuenta y no decir nada, y al igual que cuando metes el pie en una alberca para ver la temperatura del agua, es fácil echarse un clavado en las aguas de la deshonestidad.

Una vez que cometes un acto deshonesto, es más fácil que tus estándares de moralidad se relajen más, tu percepción de lo que ser honesto es se tambalea un poco. La línea entre lo honesto y deshonesto se borra poco a poco. No lo digo desde un punto de vista soberbio ni de forma condescendiente, todo lo contrario, yo y cualquiera que me conozca sabe que no soy una persona moralista, pero al menos intento mantener ciertos estándares de lo que está bien y mal, el siempre ser honesto por más horrible y difícil que sea afrontar la verdad.

Tampoco es como que por pasarte un semáforo o decir una "mentira blanca" te convertirás en el anticristo o algo así, pero tu compás moral modifica diferentes aspectos de tu vida. Y al igual que una bola de nieve que cae por una colina, aumenta su tamaño, así uno va transformando todo en su vida.

Lo cual significa que si queremos alcanzar la integridad no deberíamos de tomar ese primer paso, ese pequeño brinco deshonesto. Pero sabemos que eso es casi imposible. Obviamente tampoco significa que todo aquel que cometa un acto poco ético se vuelva la peor persona del mundo, porque al igual que un acto "malo" puede afectar tu vida, también hay que tener en consideración todo lo bueno que alguien puede hacer para llegar a ser una persona íntegra. No es lo mismo robarte un chicle de una tienda a engañar a tu esposa con otra mujer, sin embargo, nuestra verdadera personalidad y valor como hombre sale a relucir en la manera en que afrontamos las consecuencias de nuestros actos y es ahí donde podemos decidir qué tan íntegros somos. Vive por tu palabra y asume las consecuencias como hombre, ya que al final, tu palabra es todo lo que tienes.

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