Se considera que aproximadamente 80% de los 600,000 alimentos empaquetados que existen hoy en día en el mercado estadounidense han sido adicionados con endulzantes calóricos, es decir, con algún tipo de azúcar. Esta tendencia en la industria alimentaria se ha propagado junto con la globalización y profesionales de la salud como el doctor Robert Lustig, consideran que es precisamente este aumento en el consumo de azúcares lo que ha provocado la pandemia mundial de obesidad que se vive en la actualidad.

Lustig ejerce como médico pediatra, con una especialidad en endocrinología y tiene un interés especial por la obesidad infantil. En 2009 Lustig ofreció una cátedra titulada Sugar:The Bitter Truth (Azúcar: La Amarga Verdad) que fué subida a YouTube, se tornó viral y el resto, como dicen, es historia. Más de 4 millones de visitas después, gente en todo el mundo empieza a cuestionar el papel que han jugado el azúcar y endulzantes como el jarabe de maíz de alta fructuosa en el meteórico acenso del sobrepeso y la obesidad en el mundo.

Pero Lustig no está solo en esta lucha, médicos como el doctor Mark Hyman, autor de The Blood Sugar Solution y consejero en salud de Bill y Hilary Clinton, también encuentran en el azúcar (sobre todo la que se añade a los alimentos procesados) el principal culpable de la epidemia de obesidad en el mundo. Aunque pareciera que la evidencia contra el azúcar aumenta, los estudios y afirmaciones de Lustig han causado mucha controversia; sobre todo dentro de la poderosa industria alimentaria, así como entre profesionales de la nutrición conservadores que insisten que la obesidad se debe a una simple fórmula aritmética en la que se ingieren más calorías de las que se utilizan. Lustig, Hyman y autores como el doctor Daniel Amen (quien ha estudiado el efecto del azúcar sobre la función cerebral) insisten en que el azúcar es adictiva y que los altos niveles de consumo que existen actualmente desencadenan en el organismo una serie de reacciones que causan acumulación de grasa corporal y le abren la puerta a decenas de enfermedades relacionadas.

Los datos señalan que el consumo mundial de azúcar se ha triplicado en los últimos 50 años, a pesar de que la población no ha crecido en igual proporción, pues en el mismo número de años esta se duplicó. Esto, dicen algunos expertos, apunta claramente hacia el excesivo consumo de azúcar como una de las causas más relevantes detrás del aumento en niveles de sobrepeso y obesidad, y la consecuente crisis de salud, que muchos países enfrentan.

En las últimas tres décadas las cifras de obesidad y sobrepeso han crecido de forma exponencial, pero el problema no se reduce a una pandemia global de avaricia alimentaria que ha provocado una compulsión por el consumo de alimentos "chatarra"; sería imposible que los ciudadanos del mundo coordinaran con tal precisión su debilidad por la comida… En el momento en que el problema [de la obesidad] se deje de ver como un problema de responsabilidad personal, será más fácil aceptar la profundidad y seriedad de la guerra contra el azúcar, reportó Zoe Williams en el diario "The Guardian" tras su entrevista con el doctor Robert Lustig.

Sin embargo, la responsabilidad personal debe jugar un papel importante en nuestra lucha por tomar las riendas de nuestra propia alimentación. En tanto que no haya políticas públicas que regulen cosas como un etiquetado más preciso de los alimentos procesados y limite la publicidad de alimentos altamente azucarados a los niños, la solución a nuestra problemática particular radica en nosotros mismos. Un consumidor informado, consciente y proactivo se podrá mantener al margen de las estadísticas que ponen tanto a Estados Unidos como a México en los primeros lugares en sobrepeso y obesidad a nivel global.

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*La autora es comunicóloga y presidente fundador de Sana México A.C. . Cuenta con estudios en Nutrición Culinaria por la Culinary Art School de Tijuana y una certificación en Health Coaching por el Institute for Integrative Nutrition. Sus consejos para un estilo de vida saludable están en Facebook.com/vivebalanceada

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