Vida

Cómo ligarte a la barista

Una guía para ti, pseudointelectual, que abusa de la confianza.

Por: David Hiriart

Llega temprano. Lo suficiente para que tú seas la única persona en el lugar, pero no lo suficiente temprano para que parezca que no tienes otra cosa que hacer más que pararte afuera de locales cerrados. Así serás el único al que le puede poner atención a pesar de que en la mañana es una entradera y salidera de gente.

Lleva un libro, una libreta, o una laptop. Algo para que la barista vea que eres intelectual/creativo. Si es un libro, evita que sea algún clásico, por que seguramente esta morra estudió letras o artes o algo así y si llevas un clásico se va notar que estas tratando de impresionarla. Tampoco lleves un libro de género. No importa qué tan grueso es ese libro de Tolkien o Ellison, nadie te cree culto cuando te ve con eso, solo ven el nerd que realmente eres. En realidad no vas a terminar leyendo ni escribiendo nada, pero la utilidad de estos props pronto será evidente.

Observa su sonrisa y los tatuajes que tiene en la muñeca. Piensa en todas las preguntas y frases super clever que vas a hacer al respecto, pero que bien sabes nunca le vas a decir, porque titubeas y sonrojas cuando te pregunta que si de qué tipo de leche quieres.

    ¿Leche? —te pregunta. Si. —contestaste, haciendo la voz más grave de la que lo tienes sin realmente saber por qué. ¿Leche? —Repitió. Sí. —Contestas de nuevo, ahora se te quebró la voz y estas sintiendo cómo se forman las gotas de sudor sobre tu frente. Tus lentes de pasta (Porque si estás leyendo esto, obviamente traes lentes de pasta) se empiezan a empañar. "Ajá, pero, ¿Qué tipo de leche?" Esboza media sonrisa porque estás deteniendo la fila pero no te puede cagar el palo realmente, en el caso de que en realidad tengas alguna discapacidad mental. "Mi primo también tiene autismo" la imaginas diciendo. De la que sea — por fin contestas, sentándote en la mesa donde la puedas ver mejor. No, espera, te cambias de lugar a donde la puedas ver bien pero no sea obvio que la estás viendo.

Mientras esperas tu café, ves cómo se recoge el pelo en un chongo y ves el tatuaje en la base del cuello que nunca habías notado. ¿Será nuevo? Piensas preguntarle, pero eso demostraría que llevas un récord mental (o peor aún, escrito) sobre su apariencia. Te maldices a ti mismo porque estás cayendo justo en lo que planeó el o la gerente que la contrató. Al emplear a una chica alternativa de guapura accesible se esperaban que tontos como tú —que en su momento hicieron millonaria a Zooey Deschanel— fueran al café seguido nomás para verla... tal como lo estás haciendo ahorita. Pues joke's on them, porque pediste el café más barato y a pesar de eso, ocupas la misma mesa por horas.

Nota que te le estás quedando viendo, y refugias la mirada en tu laptop/libro. Realmente no estás leyendo nada porque estás muy concentrado en no humillarte (que es un propósito inherentemente contraproducente). Volteas hacia el vacío, te rascas la barba (véase 'lentes de pasta', arriba) y la ves de reojo para ver si aún te está viendo, pero no alcanzas a distinguir. Por si te esta viendo apuntas el índice al cielo, para hacer parecer que acabas de tener una gran revelación y regresas a tu libro/laptop.

Cuando por fin terminas tu café, empacas tus cosas, agarras tu taza y la dejas en la barra para "ayudarla" y para que vea que "eres buena onda". Piensas dejar propina en el frasco decorado que tienen sobre el mostrador pero te esperas a que no esté de espaldas para que vea que no solo eres buena onda, sino también solvente (cosa que no es necesariamente cierta). Te sonríe y te desea un buen día. Le sonríes y le dices que igual, pero al fondo te estás preguntando que si a todos le deseara un buen día, si será parte de alguna script corporativo o si realmente le nació porque tu eres diferente, el mismo tipo de 'diferente' que ella. Al salir chocas el hombro con otro imbécil de barbas y gafas de pasta, al que automáticamente le tienes celos porque sabes que tiene el mismo plan que tú: Venir a este café diario hasta que a la barista le nazca invitarte a salir.

Escrito por un colaborador. Sus opiniones son propias y no reflejan el sentir de SanDiegoRed.com

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