La vanidad siempre ha obligado a la industria de la belleza a estar siempre innovando, hasta en aquellas pequeñas cosas que no parecen tener importancia pero un día descubrimos que no nos gusta y necesitan una ayudadita.

En las últimas tendencias, las pestañas han tomado un papel importante en el look de una mujer. Existen en el mercado un sin fin de marcas de mascaras que prometen hacer lucir la mirada como nunca antes, incluso algunas "añaden" fibras para que las pestañas se vean con mayor volumen.

Si de plano crees que no tienes remedio, siempre están las pestañas postizas como una opción económica y fácil. Como era de esperarse, las pestañas falsas perdieron su magia y ahora muchas personas optan por someterse a un proceso donde se colocan extensiones de pestañas.

Desde que esta tendencia ganó popularidad en Japón y después el mundo, los expertos en la salud advirtieron que se trataba de algo con riesgos. Es necesario acudir con un especialista que tenga conocimiento sobre los ojos y tome la higiene como una prioridad. De lo contrario, se han registrado numerosos casos de inflamación de párpados y conjuntivitis, por mencionar los más comunes.

Cualquier cosa que sea ajena al cuerpo, siempre es un riesgo porque no sabemos cómo va a reaccionar. Estas extensiones suelen ser más rígidas que el cabello natural y la principal causa de efectos negativos es el pegamento que se utiliza en la intervención. En algunos lugares de Asia está prohibido colocar pestañas sin una licencia especial.

El pegamento, las pinzas, el material de la extensión y la higiene son piezas claves al momento de decidir someterse a la aplicación de pestañas. Otro factor sumamente importante es el económico, si piensas hacerle algo a tu rostro, considera realmente invertir en un producto de calidad. Muchas veces por querer aprovechar ofertas, los daños son más costosos.

Via BBC

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jessica.romero@sandiegored.com