Hace quince años, una niña de 12 años que había perdido a sus padres se encontraba
Maestroacosadora
que refundan en la carcelBerry se metía con estudiante,
viviendo en una casa hogar en San Diego dentro de la misma propiedad en la que atendía a la escuela para juventud en riesgo.
Ahí, ella conoció al administrador de la escuela, al que más tarde ella acusó de acoso sexual, pero las autoridades en el momento determinaron que no había evidencias suficientes para sostener su acusación.
El administrador, Kettrel Berry, regresó a su trabajo.
El jueves pasado, Berry se presentó ante una corte de San Diego en la cual fue sentenciado a nueve años y ocho meses de prisión por hacer mantenido relaciones sexuales con otra menor una adolescente que tenía problemas con adicción a las drogas.
Berry, quien había sido asistente principal en el Centro para Niños de San Diego en Kearny Mesa, fue acusado de 11 delitos, incluyendo sexo con una menor y actos indecentes con una niña.
Su primer acusadora, la de hace 15 años, estuvo durante la sentencia.
"Psicológicamente, he estado atrofiada de la cabeza," dijo la mujer de ahora 27 años de edad. Debido a lo que le sucedió, dijo que desarrolló problemas de confianza y que ha contemplado el suicidio.
A Berry no se le agregaron los cargos de la agresión contra ella, pero se le permitió testificar en su corte como evidencia de un patrón de mala conducta.
"No sé qué estaba pasando por su cabeza para hacerlo creer que las cosas que estaba haciendo estaban bien," ella declaró el jueves.
Aunque tembló mientras hablaba, ella se declaró orgullosa de sí misma por haberse parado ante la corte y contado su historia frente a Berry.
"Deseo que ningún otro niño tenga que pasar por lo que yo pasé," ella comentó.
Después de la sentencia, la mujer lloró durante varios minutos en el pasillo del juzgado.
El juez Charles Rogers sentenció a Berry, de 53 años, a un tiempo máximo en prisión. Destacó que el acusado, a quien sus defensores describieron como alguien con compasión y noble, había abusado de su posición de confianza para tomar ventaja de "niños solitarios y necesitados".
Una joven identificó en los cargos que ella tenía 15 y 16 años cuando los crímenes sucedieron, no atendió a la corte, pero un fiscal habló por ella.
"No le quiere dar ni un día más a Kettrell Berry," el abogado de distrito, Renee Palermo declaró.
Nota original de San Diego U-T.
Traducción: Azelia Mejía
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