Después de tres años de que un adolescente tijuanense muriera al ingerir droga líquida mientras estaba bajo custodia en la garita peatonal de San Yisdro, una corte federal en San Diego concedió un millón de dólares como pago por los daños a su familia.

Cruz Marcelino tenía 16 años de edad cuando cruzó el 18 de noviembre del 2013 hacia Estados Unidos, donde fue detenido por la sospecha de dos contenedores que tenían líquidos de color ámbar que él cargaba.

Marcelino fue detenido por los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, a quien llevaron a una área de segunda inspección. Los agentes cuestionaron sobre el contenido de los recipientes que llevaba, la defensa de la familia asegura que los agentes orillaron al adolescente a tomar el contenido. Horas después fue declarado muerto en un hospital local.

"Ellos sabían que había un riesgo que se tratara de metanfetamina", dijo Eugene Iradale, abogado de la familia. "Al decirle a alguien que tome algo que uno sabe o tiene las sospechas que es algo que podría causar daño físico, se trata de uso excesivo de fuerza".

Vía San Diego Union Tribune

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