Mujeres y hombres de distintas edades ya se han sumado a quitar los escombros de los edificios que se colapsaron en la Ciudad de México tras el temblor de hace unas horas de 7.1 grados.

Con cadenas humanas, los habitantes dejaron de lado sus actividades diarias para intentar empezar el rescate de personas atrapadas entre los escombros.

Es admirable la gran voluntad de las personas, pero aún así se vive un riesgo muy grande ante las condiciones y la probable réplica que pueda ocurrir, donde exponen su vida.

Hasta ahora, suman más de 60 muertos en el país por este temblor, con por lo menos cuatro en la Ciudad de México, 11 en Puebla, ocho en el Estado de México y 42 en Morelos.

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