Netflix nos presenta 1922, su segunda película original basada en una novela de Stephen King que pudiera no ser muy buena para los amantes del terror, pero que sin duda es un viaje psicológico que vale la pena recorrer.

La película nos cuenta la historia de Wilf James, un granjero que vive junto a su esposa Arlette y su hijo Henry en su humilde casa y granero, realizando todo tipo de actividades típicas de alguien dedicado a la agricultura y cuidado de ganado.

Todo se torna de pies a cabeza cuando Arlette quien desea vender sus 40 hectáreas de la propiedad para mudarse a la ciudad y tener una mejor vida, tanto Wilf como Henry se oponen a la idea y acuerdan matarla entre los dos, ocultando su cadáver en un pozo de agua completamente seco que tienen.

1922 hace un buen trabajo en retratar la desesperación, las consecuencias que pueden traer a una persona después de haber cometido algo tan horrible como un asesinato y peor aún, de alguien tan cercano. El problema es que aunque contiene elementos de terror como apariciones, esta película se enfoca cien por ciento en el elemento psicológico, la batalla interna de Wilf perdiendo su batalla contra la locura y entregando su cordura hacia la esquizofrenia y paranoia.

En un gran resumen, 1922 es una historia oscura que puede decepcionar a quienes busquen una experiencia aterradora que no los deje dormir por días, pero que no deja de ser bastante buena con una gran lección de hasta dónde te pueden llevar las decisiones extremas.

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