Estados Unidos

Los esfuerzos de una joven inmigrante contra el gobierno estadounidense por conseguir abortar en la frontera

“Esto es entre Dios y yo”, se repetía la joven para no fracasar en su intento

Fotografía por: Getty

A los 17 años de edad, una joven inmigrante centroamericana a la que el gobierno estadounidense llamó Jane Doe, y quien fuera detenida cuando intentaba cruzar la frontera de forma ilegal, luchó en una batalla contra la Administración de Trump que la mantuvo firme en su decisión: abortar.

Desde que la joven intentó cruzar la frontera, en agosto pasado, se encuentra en un centro financiado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, donde al estar bajo custodia federal, el derecho constitucional al aborto no le era permitido.

La batalla de la inmigrante fue dura y defendiéndose siempre en contra de la actual Administración de los Estados Unidos, pues su decisión ya estaba tomada.

Esto es entre Dios y yo

La asociación Unión por las Libertades Civiles Americanas (ACLU), quienes la defendieron en los tribunales reconocen que este no es un caso aislado pero se caracteriza por la negativa postura del Departamento de Salud y el gobierno de Donald Trump, pues era necesario que la menor de edad pudiera salir de su resguardo para tener el aborto de un modo seguro y legal.

La respuesta de los abogados del Ejecutivo alegaban que “el gobierno tiene un interés legítimo en promover la natalidad y en evitar incentivos a las menores embarazadas para que crucen ilegalmente la frontera en busca de acceder al aborto bajo custodia federal”.

Cada día que pasaba era un constante sacrificio para Jane Doe quien no permitiría que se involucraran con su decisión. Su caso llegó a la corte y por más activistas y protestantes contra la dura ley de Estados Unidos, pasaba el tiempo y la joven ya cumpliría 15 semanas de embarazo, al menos en Texas, donde podría recurrir al procedimiento no era legal cuando la embarazada contara ya con 20 semanas de embarazo. Doe no permitiría que alguien más interviniera en su vida y la obligaran a seguir con un embarazo que no era conveniente para ella.

Sueño con estudiar, convertirme en enfermera y poder algún día trabajar en el cuidado de los mayores

La ACLU se esforzó lo más que pudo y ayer miércoles logró lo que no se había hecho en todo el tiempo invertido en la lucha: seis votos a favor reafirmaron por parte de la justicia en el Distrito de Columbia que la ley del gobierno debe permitirle a la joven realizar el aborto, la jueza Tanya Chutkan emitió una resolución para exigir al gobierno el desplazamiento de la joven y realizar el procedimiento. De forma segura y en la clínica más cercana, con intervención medica especializada, la reconocida como Jane Doe ganó la batalla contra el poder de la Admnistración estadounidense y el día de ayer se sometió al difícil proceso del aborto.

"El mero hecho de entrar a Estados Unidos sin documentación no significa que el cuerpo de un inmigrante deje de pertenecerle", fueron las palabras de una de las juezas que votó a favor.

La situación para la joven, que ni siquiera ha sido reconocida oficialmente, no ha terminado, pues el proceso de inmigración debe continuar, sin saber si será deportada de regreso a Centroamérica o qué pasará con su estado migratoria, la joven desea continuar en los Estados Unidos y “construir un futuro en el país que está empezando a conocer y donde recibió muchas muestras de apoyo”.

Con información de BBC.

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