Ya es diciembre, lo que significa que: la gente irá de aquí para allá para comprar "el mundo," y los villancicos o música navideña se escucharán en todas partes.

Nada en exceso es bueno, y este el caso con las melodías que año con año nos acompañan en el último mes.

Al principio, la música navideña puede provocar nostalgia y ponerte en el espíritu navideño. Pero escuchar "Jingle Bells" o "El burrito sabanero" por millonésima vez puede provocar molestia, aburrimiento e incluso angustia, dicen los expertos investigadores.

Si ya estamos preocupados por el dinero, el trabajo, o simplemente por la vida, la constante inundación de canciones alegres puede reforzar nuestro estrés en lugar de aliviarlo.

Pero también puede ser una distracción dañina, ya que afecta la productividad de empleados en las tiendas y a los clientes por igual. En un estudio realizado en el 2011 en EE.UU. se encontró que el 23% de los estadounidenses odian la música navideña.

"Las personas que trabajan en las tiendas deben desconectarse de la música navideña, porque si no lo hacen, gastan toda su energía en no escuchar lo que están escuchando," dice la psicóloga Linda Blair.

Vía Business Insider

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