TIJUANA.- El famoso All My Friends Music Festival se encuentra peleando por su propio nombre y su reconocimiento. Entre los organizadores de este festival musical bajacaliforniano y un promotor de Los Ángeles llamado Gary Richards tiran de los dos extremos de la cuerda del branding de este festival.

El evento (en ese entonces solo 'All My Friends') tiene claramente raíces locales pues empezó en el 2010 en la casa del fundador, Argenis García, cuando organizó una fiesta a beneficio del internado que realizaría su hermana en Barcelona.

Un total de catorce actos musicales aceptaron tocar en tres escenarios: uno en la sala, uno en el cuarto de su hermana y otro en la cocina para sets acústicos, atrayendo a más de 800 personas al evento.

Después de varios altibajos que tuvo que pasar Argenis para sacar adelante el All My Friends Music Festival, finalmente alcanzó la cima en el 2014 cerrando el trato para que se realizara en Castillos del Mar, un hotel ubicado en Rosarito con playa exclusiva lo que le dio el toque para posicionarse como el mejor festival de verano en la región.

Después del evento del 2015, por cuestiones personales del fundador se dejó de ejecutar pero nunca se hizo de lado la idea de volverlo a llevar acabo, tanto así que los organizadores ya estaban haciendo planes para volver a hacer surgir el mejor festival veraniego desde el año pasado hasta que Gary Richards (también conocido como DESTRUCTO), en pleno conocimiento de la existencia del festival, decidió crear otro en Estados Unidos con el mismo nombre.

Todo estaba casi listo hasta que los patrocinadores se enteraron de esta situación y se retiraron para así destruir todo el esfuerzo invertido en la planeación de la edición del 2018.

"Nos enteramos del robo del nombre a través de redes sociales. Por el momento estamos tomando la asesoría adecuada para ver qué procede." mencionó Paty Torres, una de las organizadoras del evento de este lado de la frontera.

Paty invita a que contribuyan compartiendo el contenido de las redes sociales del festival y levantar la voz en contra de ellos para que no se pierda la identidad ni la historia de lo que sigue siendo un trabajo plagado de creatividad y esfuerzo tijuanense.