Denver, 24 nov (EFE).- Un nuevo libro en el campo de la ética desarma los viejos modelos basados en ideas eurocéntricas y propone una ética basada en la experiencia colectiva de los latinos.


"Un gran problema que enfrentan las comunidades marginadas, en nuestro caso la hispana, es que desde la niñez nos enseñan a ver y a interpretar la realidad a través de los ojos de la cultura dominante," escribe el doctor Miguel de la Torre, especialista en ética y estudios religiosos.


Con estas palabras, de la Torre comienza su nuevo libro, "Latina/o Social Ethics", donde aborda la necesidad de desarrollar una ética propia de la comunidad latina en lugar de adaptar modelos que no se ajustan a la realidad cultural de la comunidad hispana.


Según de la Torre, los estudios de ética cristiana están revestidos de un aura de intelectualidad que les ha permitido apoderarse de lo universal y servir como modelo de rigor académico.


Por consecuencia, toda ética explorada desde la perspectiva de la comunidad latina, añade, se valora como algo marginal, llano, o simplemente interesante.


De la Torre atribuye esta presunción a la falta de lecturas que hayan podido demostrar hasta qué punto una ética eurocéntrica es incompatible con la perspectiva social hispana.


A este hecho el autor le dedica la primera parte de su libro, analizando el trabajo de tres grandes de la ética cristiana del siglo XX: Walter Rauschenbusch, Reinhold Niebuhr y Stanley Hauerwas.


De la Torre recuerda que aún cuando su trabajo ético exponía las desigualdades bajo la regla imperio, ninguno de ellos arriesgó los beneficios de pertenecer a ese grupo de poder con una crítica profunda de las estructuras que lo mantienen en pie.


"El problema con la ética eurocéntrica es que ha sido cómplice del imperio y eso es perjudicial para las comunidades marginadas," dijo de la Torre a Efe.


"Aún cuando comenzamos a intentar reformar ese pensamiento, nos damos cuenta que lo que intentamos reformar es algo que justifica el poder y va en sentido contrario a la esencia de nuestra comunidad", añadió.


La crítica que avanza de los modelos de ética cristiana que han predominado hasta ahora no se detiene con la figura de Jesucristo, ya que según explica, esa figura ha sido "usada o callada" para justificar acciones que han contribuido significativamente a la marginación de hispanos.


Según el autor, no importa cuán progresista haya sido la construcción euroamericana de Jesucristo o cuán liberal haya sido su interpretación.


"Mientras los latinos continúen arrodillándose ante un Cristo que permanece callado ante lo que signifique vivir en los márgenes del poder y el privilegio euroamericano... estarán rindiéndole culto a la causa simbólica de su opresión," escribe.


Según de la Torre, la ética cristiana se ha moldeado a partir del individuo, lo cual es a su vez un concepto eurocéntrico.


"Una ética latina tiene necesariamente que partir de la comunidad," explica.


La propuesta del autor es una ética que altera los patrones de poder existentes y representa, en su opinión, una de las pocas alternativas éticas que les quedan a los marginados para combatir su opresión.


Si bien la ética eurocéntrica insiste en el orden esta ética propone perturbar el orden establecido y desde San Agustín la meta de la justicia ha estado subordinada al orden social, aclaró.


Sin embargo, según de la Torre, las acciones de quienes han logrado alterar el orden de opresión y efectuar cambios significativos, entre los cuales cita a Jesucristo, César Chávez, José Martí y Martin Luther King, Jr., emanan de este tipo de ética.


No se trata en perturbar el orden sin propósito, sino de tener presente la liberación de los marginados en acciones que nacen en la comunidad y tienen en mente su beneficio, insistió.