El Servicio Forestal de Estados Unidos informó que matarán a más de 150 vacas salvajes que habitan en el Bosque Nacional de Gila, Nuevo México, bajo el argumento de que los animales representan “una amenaza significativa para la seguridad pública y los recursos naturales”.

Esta operación, misma que se llevará a cabo desde los helicópteros en colaboración con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y el programa del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal, dará inicio el día de hoy, jueves 23 de febrero, concluyendo el domingo 26 del mismo mes, según lo informado en un comunicado.

Camille Howes, supervisora del Bosque Nacional de Gila, declaró en que, si bien la decisión de eliminar letalmente el ganado fue difícil y podría ser considerada un acto de crueldad, era también muy “necesaria para proteger la seguridad pública, los hábitats de las especies amenazadas y en peligro de extinción, la calidad del agua y el carácter natural de los Parques Nacionales de Gila”.

El problema con el ganado salvaje que habita en esa zona es que se muestra agresivo con los visitantes y su paso por las orillas de los arroyos y los manantiales afecta notablemente al medio ambiente, por lo que se llegó a la conclusión de que esta serie la opción “más eficaz y humana de abordar el problema”.

Esta radical operación se da luego de que los ganaderos de la zona están preocupados por la posibilidad de que el ganado marcado se matanza haya extraviado en la zona silvestre, pues a causa de la temporada de monzones que aconteció recientemente en la región, las áreas donde habitan fueron dañadas.

Con el fin de tranquilizar a los dueños de ganado, el Servicio Forestal se comprometió a seguir trabajando para retirar los animales marcados de las zonas en las que no están autorizados.

Por otro lado, en un último intento de evitar la llamada “cruel e inhumana” matanza, la Asociación de Productores de Ganado de Nuevo México, junto a otras organizaciones como la Asociación de Ganadería Humanitaria, presentaron una demanda el pasado martes contra el Servicio Forestal de Estados Unidos y el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal en el Tribunal Federal del distrito.

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