Científicos temen que la enfermedad de desgaste crónico, también conocida como la enfermedad de los “ciervos zombies”, pueda propagarse en humanos luego de que se produjera la primera muerte de un cérvido por este padecimiento, en el parque Nacional de Yellowstone.

Esta enfermedad fue descubierta en 1967 en ciervos bura, una especie de venado o ciervo mulo, originarios de América del Norte (Canadá, EEUU y México). Estos ciervos estuvieron en cautiverio en Colorado.

Durante el 2018, manadas de ciervos, alces y renos de norteamérica se vieron afectados por esta enfermedad, bautizada desde entonces como la enfermedad de los “ciervos zombies”, la cual ha sido localizada en 23 estados de los Estados Unidos. También en dos provincias de Canadá, Noruega, Finlandia y en menor medida, en Corea del Sur. Luego de su propagación, medios de comunicación internacionales han despertado su interés por esta enfermedad.

La caquexia crónica o desgaste crónico (CWD por sus siglas en inglés, Chronic Wasting Disease) es un trastorno que lentamente destruye el sistema nervioso de los animales.

A consecuencia de deterioro neurodegenerativo, los animales comienzan a presentar diversos síntomas como descoordinación motora, pérdida de peso de manera drástica, sed, salivación o micción excesivas, pérdida de apetito, rechinado de dientes , postura anormal de la cabeza y orejas caídas.

Cómo se propaga la enfermedad de los “ciervos zombies”

Los científicos sospechan que la propagación de esta enfermedad se debe principalmente a través de los priones, un tipo de proteínas o agente infeccioso que provoca padecimientos neurodegenerativos.

Su contagio se da a través de fluidos corporales, ya sea de forma directa, a través de la ingesta de agua, alimentos o suelo contaminados con esta proteína. Cabe señalar que los humanos también pueden contagiarse con esta enfermedad. Entre los hechos registrados por este agente infeccioso, se encuentra la enfermedad de las vacas locas.

Hasta el momento no se han registrado contagios en humanos, sin embargo la preocupación se despierta en la comunidad científica, luego de que presentara un riesgo para primates, como los monos que comen carne de animales infectados.

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