A pesar de los problemas legales, el pasado lunes 15 de enero, el expresidente Donald Trump, ganó las elecciones internas en los caucus de Iowa al inicio de las primarias republicanas, lo que significa un triunfo importante para el empresario.

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Con una temperatura de hasta -30 grados, simpatizantes de Donald Trump soportaron el frío letal para participar en las asambleas que tuvieron lugar en escuelas, iglesias y centros comunitarios de dicho estado, lo cual muestra que, a pesar de las polémicas, el empresario aún se mantiene como firme candidato a la presidencia de los Estados Unidos.

Esta última victoria al interior del Partido Republicano, parece enviar una clara señal a sus oponentes partidistas, de que la nominación es suya. Los resultados de Iowa apenas señalan lo que será una campaña de muchos meses en las que Trump buscará asegurar su tercera nominación consecutiva por dicho partido.

Los principales adversarios de Trump, la ex embajadora de las Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley, así como el gobernador de Florida, DeSantis, parecen cada vez más alejados del polémico empresario, quien se perfila para enfrentar una vez más al actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en la contienda electoral.

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