Comer al aire libre es una de mis actividades favoritas en verano, más aún si corre la brisa marina frente a la bellísima vista del océano Pacífico.

Aunque no vamos a la playa tan frecuentemente como me gustaría, el clima ha estado hermoso últimamente, un excelente pretexto para pasar el tiempo con familia y amigos disfrutando una pizza preparada en horno de leña y un tarro de cerveza fría.

Horno 320 está en Playas de Tijuana, un poco escondido si no se está familiarizado con la zona pero la mayoría de los lugareños pueden guiarte sin problemas.

No es la típica pizzería, para empezar ni siquiera tiene un menú. Ofrece solamente un tamaño de pizza para la cual puedes elegir tantos ingredientes como desees. El precio base de la pizza son MN $50 siendo MN $80 el máximo que puede alcanzar.

Tienen de todo, desde pulpo hasta chorizo pasando por los clásicos vegetales. Soy fanática de las pizzas blancas, las que no contienen salsa roja, pues a veces siento que opaca al resto de los ingredientes. Decidimos ordenar la nuestra con pulpo, camarones y verduras mixtas. Para beber Horno 320 tiene una variedad de cervezas artesanales que siempre está cambiando además de sodas, vinos y cervezas comerciales.

La corteza de la pizza es delgada pero fue suficiente para hacer frente a los vigorosos ingredientes y al queso. Aunque se pensaría que los mariscos podrían endurecerse pues son delicados y fáciles de recocer, tanto el pulpo como los camarones tenían un sabor y textura perfectos.

El ambiente es de lo mejor, es la clase de lugar en la que me veo pasando las tardes de verano comiendo, platicando y disfrutando la vista. Desde que llegamos hasta que se llenó por completo no pasaron ni 20 minutos. Definitivamente regresaremos a probar otras combinaciones de ingredientes y las cervezas artesanales que nos faltan.

Si buscas crear tu pizza maestra frente al bello horizonte marino, Horno 320 es el lugar indicado.

Kristin Díaz de Sandi escribe el blog Life & Food, y usted puede seguirla en Twitter en @lifefoodblog y Facebook.

Traducción: Karen Balderas Licea