El pasado 4 de marzo, Eugenio Velázquez Bustamante, quien fuera conocido por su trabajo en edificios importantes de Tijuana como El Cubo, El Centro de las Artes y la Nueva Catedral, fue detenido en la garita de San Ysidro cuando pretendía cruzar a Estados Unidos con 12 libras de cocaína.

La sustancia se encontró luego de que los caninos que utilizan los miembros de la patrulla fronteriza, olfatearan la sustancia en el vehículo de Velázquez. Las autoridades indicaron que la cantidad de droga tiene un valor aproximado de 464 mil dólares.

Fue en Junio cuando Eugenio Velázquez se declaró culpable en una corte estadounidense luego de haber salido bajo una fianza de 100 mil dólares. Por lo general, el delito que realizó conlleva una condena mínima de 10 años pero al no tener algún record criminal, es probable que su sentencia sea menor, el dictamen será dictado el próximo mes.

Tal como ocurriera con Maximino Melchor, miembro de la Ópera Ambulante de Tijuana, ambos casos han colocado los reflectores sobre una práctica muy particular de los narcotraficantes en la región : buscan a quienes pueden cruzar al otro lado de manera legal para transportar drogas y les obligan mediante presiones que afectan a sus familias o personas cercanas. Las defensas de Velázquez y Melchor, declararon la situación como argumento.

Maximino Melchor acudió a la corte este mes, ahí, se declaró culpable de contrabando luego de que fuera sorprendido con 44 libras de metanfetaminas en el mes de septiembre. La sentencia del tenor tijuanense fue de 9 años.

Nota original e información por Sandra Dibble/UT - San Diego

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