México

Aumenta el número de muertos y heridos por explosión en sede de PEMEX

Las víctimas comparten testimonios

MEXICO.- Una fuerte explosión por causas aún desconocidas sacudió ayer la sede central de la empresa estatal Pemex, donde, según el último saldo oficial, se registraron al menos 25 muertos y 101 heridos.

Las autoridades mexicanas no han informado sobre la causa del percance, pero los medios de comunicación locales apuntan a la posibilidad de que se haya debido a un problema de calentamiento del sistema eléctrico del complejo.

La sede de Petróleos Mexicanos (Pemex), integrada por una alta torre y varios edificios anexos, se encuentra en el barrio de Anzures, en el poniente de la capital mexicana, que en las últimas horas ha vivido un intenso trasiego de ambulancias y unidades policiales y militares.

El secretario (ministro) de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, actualizó la cifra de víctimas en una rueda de prensa que ofreció por la noche en la misma sede de la empresa pública mexicana, el primer generador de ingresos del Estado mexicano.

El alto funcionario precisó que los 25 fallecidos son 17 mujeres y 8 hombres.

Osorio dijo que en las investigación para conocer las causas de la explosión participarán "expertos nacionales e internacionales", pero no quiso extenderse sobre la posibilidad de que se trate de un atentado.

"El propósito es muy claro: la investigación debe arrojar datos precisos, confiables y contundentes para conocer el origen y las causas del siniestro", insistió.

"Sería una gran irresponsabilidad, sin los elementos completos, suficientes, dar a conocer una información que no conocemos", respondió Osorio cuando los periodistas insistieron sobre la posibilidad de un atentado.

La explosión se registró a las 15.40 hora local (21.40 GMT) en el sótano del edificio donde se encuentra la sede de Pemex Refinación, aledaña a la Torre Pemex, donde tienen sus oficinas los directivos de la principal empresa de este país.

Causó "severos daños" al sótano y las dos plantas superiores, precisó Osorio.

Desde el exterior del complejo, donde trabajan a diario unas 10.000 personas, se podían ver muchas ventanas con los vidrios rotos y destrozos en la estructura del edificio.

"Estaba en la planta baja cuando sentí la explosión. Cuando vi lo que estaba ocurriendo traté de correr, pero la explosión me aventó, me hirió y me fracturó un dedo", dijo a Efe Jesús Eduardo, un empleado de mantenimiento, de 23 años.

"Vi primero cómo a un compañero se le separaron hasta las piernas y junto a él vi mucha gente como muerta", agregó.

Otro empleado, que sólo se identificó con el primer nombre, Alfonso, declaró que en el momento de la explosión vio "polvo y humo gris que se expandió por todo el lugar".

En su rueda de prensa, Osorio dijo que el presidente Enrique Peña Nieto ha dado instrucciones "para remover hasta el último escombro" y cerciorarse así de que no hay más personas atrapadas.

Aunque inicialmente se informó de la posibilidad de que hubiera cerca de treinta personas atrapadas, el Gobierno corrigió posteriormente esa información y dijo que no tenía datos precisos al respecto.

"No contamos con información que nos permita precisar si todavía hay personas en esa condición", afirmó Osorio Chong.

"Hace apenas un par de horas se rescató una persona con vida. No escatimaremos esfuerzo alguno para corroborar esta situación", agregó.

También reveló que mientras se realizaban esta noche las labores de rescate de otras posibles víctimas hubo un derrumbe en una de las partes dañadas, y eso generó que los trabajos se interrumpieran brevemente para asegurar la estructura.

Al área se trasladaron el presidente Peña Nieto y altos funcionarios de su Gobierno. La zona quedó acordonada por el Ejército y la Policía, y en las labores de rescate participan también efectivos de la Marina.

Poco después de la explosión, el complejo fue desalojado en medio de escenas de pánico, la salida de los heridos y la aglomeración de ambulancias y vehículos policiales, según pudo comprobar Efe.

Decenas de familiares de trabajadores de Pemex llegaron a las instalaciones en busca de información.

Angélica María Salazar dijo a Efe que está muy preocupada porque su esposo, Sergio Alberto Rocha, trabajaba en la zona donde ocurrió el desastre y aún no ha recibido noticias suyas.

Los heridos han sido trasladados a centros médicos de las cercanías, donde también se encuentran muchos familiares intentando conocer la suerte de sus parientes.

"Lo único que puedo decir es que volvimos a nacer", dijo uno de los trabajadores de intendencia que estaba en el edificio donde ocurrió el percance.

Editorial@sandiegored.com

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