Fernández devora a la oposición en la etapa de definición electoral en Argentina

El panorama electoral de Argentina comenzará a definirse esta semana, con la presentación de alianzas en Buenos Aires, en momentos en que la popularidad de la jefa del Estado, Cristina Fernández, campea frente a una oposición dividida.

Buenos Aires, 8 may (EFE).- El panorama electoral de Argentina comenzará a definirse esta semana, con la presentación de alianzas en Buenos Aires, en momentos en que la popularidad de la jefa del Estado, Cristina Fernández, campea frente a una oposición dividida.


A falta de más de cinco meses para los comicios presidenciales, cuatro líderes opositores aparcaron sucesivamente sus candidaturas, el último de ellos el conservador Mauricio Macri, quien el sábado anunció que optará a renovar su mandato como alcalde de la capital argentina en las elecciones locales de julio próximo.


Macri hizo el anuncio durante un acto proselitista de Propuesta Republicana, cuyos dirigentes le reclamaban que no arriesgase la consolidación de esa alianza conservadora en vista de que las encuestas le auguraban una derrota en las presidenciales del 23 de octubre.


Luego de ofrecerse por enésima vez como prenda de unidad de la oposición, el alcalde pugna por lograr alianzas con otras fuerzas mientras hace equilibrio para frenar divisiones internas surgidas entre quienes aspiraban a sucederle, coinciden los analistas.


Pero la oposición está muy lejos de resucitar las alianzas con las que ganó las legislativas de 2009 y le quitó la mayoría parlamentaria al Frente para la Victoria, fracción dominante en el Partido Justicialista (peronista) de Fernández.


La mandataria, quien mantiene silencio ante el clamor de sus seguidores para que opte a la reelección, es la dirigente más popular del país y ganaría en primera vuelta si fuera candidata en octubre, según la opinión unánime de los encuestadores.


El panorama electoral argentino comenzará a definirse el martes próximo, cuando vence el plazo para formalizar alianzas para los comicios del 10 de julio en Buenos Aires, en los que además de la Alcaldía está en juego la designación de representantes de las 15 comunas de la ciudad y la renovación de su Legislatura.


Se espera que esta semana Fernández decida quién será el candidato oficialista a la alcaldía porteña, cargo al que aspiran los ministros argentinos de Economía, Amado Boudou; de Trabajo, Carlos Tomada, y el senador Daniel Filmus, el de mejor imagen de los tres, según los sondeos.


Macri es el dirigente con mejor imagen entre los porteños, aunque de momento esto no le alcanza para superar el 50 por ciento de los votos necesarios para ser elegido alcalde en primera vuelta.


Además de quien resulte candidato oficialista, deberá competir con el cineasta Fernando "Pino" Solanas, líder de la coalición de centroizquierda Proyecto Sur, que hizo una buena elección en las legislativas de 2009 y la semana pasada desistió de su candidatura presidencial.


El alcalde porteño no logra reflotar su alianza con el diputado Francisco De Narváez, un empresario colombo-argentino enrolado en el peronismo disidente que en los comicios de octubre aspira a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país y bastión del oficialismo.


También se ha declarado dispuesto a negociar con el expresidente Eduardo Duhalde (2002-2003), peronista disidente que lanzó su candidatura presidencial el viernes pasado, y con Ricardo Alfonsín, aspirante de la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR) e hijo del fallecido exmandatario Raúl Alfonsín (1983-1989).


Pero Alfonsín se muestra renuente a hacer causa común con los conservadores y, a riesgo de perder su antigua alianza con el socialismo, negocia un pacto con De Narváez en la provincia de Buenos Aires, donde la UCR carece de un candidato de peso.


Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica, una fuerza en la que los socialistas independientes conviven con dirigentes de centroizquierda y centroderecha, se niega tajantemente a reeditar el Acuerdo Cívico y Social que selló en 2009 con la UCR.


Los últimos sondeos marcan que la intención de voto a favor de la jefa del Estado oscila entre el 41 y el 43 por ciento frente al 18 por ciento que se le atribuye como máximo a Alfonsín.


El otro dirigente con mejor imagen popular es el gobernador de Buenos Aires, el peronista Daniel Scioli, quien aparece como favorito a lograr la reelección y ha mantenido una serie de disputas con el Gobierno de Fernández que no llegaron a mayores.


Actualmente, cuatro de cada cinco electores rechazan a los dirigentes de la oposición, aseguró el analista Eduardo Fidanza al exponer este viernes sobre la "intención de voto e imagen" de los políticos en un congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas.





Alejandro Méndez

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