Washington, 14 jun (EFE).- La cifra de personas que en Estados Unidos no tienen hogar se ha mantenido casi estable en alrededor de 1,6 millones, pero dentro de ese contingente ha bajado año a año la proporción de hispanos, según informó hoy el Gobierno.


El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Shaun Donovan, dio a conocer hoy un amplio estudio sobre la evolución de la población sin hogar en EE.UU, medido a través del uso que cada noche hacen estas personas de los refugios, albergues y viviendas de emergencia.


Donovan apuntó que a lo largo de los años, este colectivo ha variado poco, hasta el punto de que la población sin hogar "se mantuvo virtualmente estancada en lo peor de la peor recesión" que sufrió el país durante 2008 y 2009.


Donovan indicó que esa contención del problema del desamparo se debió a que "se hizo un gran esfuerzo para sustentar y proveer viviendas para las personas discapacitadas, y para aquellas que han estado sin vivienda por períodos prolongados".


Su departamento divulgó hoy el sexto estudio anual que evalúa en todo el país el problema de las personas que no tienen hogar y pernoctan en las calles o buscan albergue en instituciones públicas o de beneficencia.


El documento, de 211 páginas, muestra que mientras la cifra de desamparados que obtuvieron albergue se mantuvo sin cambios, aumentó en un 2,7% la de personas que no solo no tuvieron hogar sino que pernoctaron a la intemperie.


La proporción de hispanos en la población de desamparados ha ido disminuyendo en los años en que el gobierno ha realizado estos estudios.


En el período fiscal 2006 los hispanos eran el 24,7% de los desamparados; la cifra bajó al 21,5% en 2007; al 19,5% en los períodos fiscales 2008 y 2009, y al 16,4% -esto es 262.400 personas- en el período fiscal 2010.


"En los últimos tres años ha crecido veinte veces la cifra de ex combatientes sin hogar, y el estudio muestra que nuestros soldados que retornan de la guerra tienen 50 por ciento más probabilidades de estar desamparados que el resto de la población", explicó el secretario.


El Departamento de Vivienda utiliza otro sistema para medir al colectivo de los 'sin techo'.


Cada mes de enero, sale una noche determinada a la calle para contar a las personas que bien pernoctan en la calle o bien acuden a un refugio.


En enero de 2010, este sistema dio como resultado una muestra de 649.879 personas, un 1,1 por ciento más que en enero de 2009.


El 40 por ciento de estas personas pertenecían a los estados de California, Nueva York y Florida.


Casi dos de cada tres desamparados contados en esa noche estaban solos, un total de 408.258, un 1 por ciento más que un año antes.


Asimismo ha crecido en un año en un 1,1% la cifra de familias sin vivienda y en un 1,5% el número de personas en familias desamparadas, según el documento.


Cuando se hizo el censo de desamparados en enero de 2010 había en esa situación 79.344 familias que congregaban en total a 241.621 personas.


Estos estudios anuales, indicó el informe divulgado hoy, "han encontrado de manera constante que los negros, los hombres de 31 a 50 años de edad, y las personas con discapacidades son quienes están en riesgo mayor de quedarse en la calle, sin hogar".


Las características de los individuos sin hogar y que concurren a los albergues son muy diferentes de las características de las personas sin hogar que concurren al albergue siendo parte de un grupo familiar.


Mientras que los individuos que van a los albergues tienden a ser hombres blancos, mayores de 30 años de edad y con una condición de discapacidad, los adultos en grupo familiar tienden a ser mujeres negras más jóvenes sin una discapacidad, explicó el estudio.


"La mayoría de las personas que usaron una instalación residencial para desamparados permaneció allí por un período corto", añadió.


El 60% de las estancias en albergues de emergencia duró menos de un mes, y un tercio duró menos de una semana.