Tijuana.- Ella dijo que tenía 16 años y que nació en Chiapas. Desde hacía dos meses y una semana era obligada a prostituirse en Tijuana, a donde llegó enganchada por un novio que en Oaxaca le prometió casarse y una mejor vida en esta frontera.

El testimonio anónimo de esta mujer fue escuchado este miércoles por unas 150 personas en el marco de la inauguración de la oficina de la Unidad Estatal de Trata de Personas de la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada, ubicada en el bulevar Sánchez Taboada de la zona Río.

La trata de personas, también conocida como tráfico y explotación de seres humanos, apenas fue considerado un delito cuando ingresó al código penal en 2007.

En julio pasado entró en vigor una nueva ley que marca la investigación, quienes son los responsables de la víctima y la creación de unidades especiales, entro otros elementos jurídicos.

Durante la primavera pasada, el Ayuntamiento de Tijuana, a través de Desarrollo Integral para la Familia, lanzó una campaña permanente en espectaculares y carteles bajo el título "No eres mercancía".

Hasta ahora ha habido 25 denuncias públicas colectadas en el número 089 desde que entró en vigor la nueva legislación, dijo Carolina Bustamante, titular de DIF municipal.

Sobre esas demandas, la titular de la Unidad Estatal de Trata de Personas, Adriana Lizárraga, explicó que tuvieron dos averiguaciones

que se consignaron al juzgado y en las cuales se logró dos autos de formal prisión contra cuatro responsables.

Además se tienen seis investigaciones abiertas en el estado que iniciaron a raíz de declaraciones de las víctimas y se están buscando a los tratantes de personas, dijo Lizárraga. También la fiscalía estatal está llevando a cabo operativos en la ciudad, principalmente bares donde les reportan que existen menores de edad.

El caso de la adolescente de 16 años de Chiapas que fue engañada es el patrón que están presentando las víctimas en la Procuraduría General de Justicia del Estado.

Son personas que han sido amenazadas, que las seducen y las engañan; generalmente son de otros estados del país, hasta ahora principalmente de Tlaxcala, dijo Lizárraga.

Jorge Bedoya, asesor de la red binacional Corazones, un organismo sin fines de lucro dedicado a atender este tipo de casos, manifestó que la trata de personas en Baja California, particularmente en Tijuana ha sido una situación difícil porque por décadas la sociedad no lo vio como un delito.

Históricamente se asoció a Tijuana con la leyenda negra de prostitución, alcohol y drogas, indicó Bedoya.

La trata de blancas, ligada a las redes de prostitución, no se miraba como un problema, incluso la comunidad estaba acostumbrada, dijo Bedoya.

"Por eso muchas personas no denuncian y muchas víctimas no se sienten como tales, porque supuestamente les brindaron protección o sentían que por el trabajo o el viaje, en el caso de los migrantes, era un precio que debían pagar", dijo.

El delegado en Baja California de la Procuraduría General de la República, Fermín Gómez, aceptó que falta mucho por hacer en la entidad sobre la investigación del tráfico y explotación de personas.

Sin embargo, agregó, la nueva ley les da nuevas herramientas para realizar investigaciones reales y profesionales al respecto.

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