San Diego

Dos artistas tijuanenses en China

Daniel Ruanova y Mely Barragán viajaron a este país para iniciar el proyecto colectivo TJ en China

Tijuana.- Dos artistas plásticos de esta frontera vivieron cuatro meses en Beijing para lo que consideraban iba a ser la primera parte de un proyecto colectivo titulado TJ en China.

Al final del viaje, que sienten que apenas es el comienzo de algo, aseguran que la frontera de su imaginario se ha movido y con ella también la sensación de que solo el ser humano de esta región habita un mundo cuya única constante es el cambio.

Por casi quince años, los artistas tijuanenses Mely Barragán y Daniel Ruanova han expresado de forma independiente a través de la pintura, escultura y arte instalación la vida de esta ciudad más allá de la imaginación y el delirio.

En su diversa obra se advierte al decidido trabajador que trepa la barda fronteriza en busca del reino prometido, la inseguridad y las paradojas de Tijuana, el mosaico de esta sociedad y sus costumbres abigarradas.

La pretensión del viaje era expandir la percepción de la frontera geográfica México-Estados Unidos que ya habían explorado, dijo Ruanova, autor de Sitio de Seguridad, una escultura emblemática de múltiples formas que estuvo varios meses en el exterior del Museo El Cubo del Centro Cultural Tijuana.

Ruanova explicó que fue invitado en abril pasado por el Museo Shangyuan Art de Beijing para hacer una residencia y decidió invitar a su esposa, Barragán, a ese viaje y aprovecharlo para que fuera el comienzo del proyecto TJ en China.

Desde el invierno pasado un grupo de artistas de la frontera plantearon hacer un colectivo que viajara a la capital de China y a su vez que un colectivo de oriente viniera a Tijuana, explicaron. El objetivo sería reflejar esos mundos, fronteras, idiomas y políticas.

Durante la celebración de la convención Tijuana Innovadora el año pasado, los artistas locales presentaron su proyecto a los organizadores y éstos aceptaron apoyarlos con algunos gastos del viaje a cambio de una serie de piezas ya realizadas de otro proyecto que serán colocadas en diversas instituciones, dijo Ruanova.

Pero el intercambio de artistas chinos y la falta de más recursos para los demás artistas mexicanos involucrados atrasaban el proyecto. Fue hasta que llegaron allá que supieron la razón.

"A los chinos les gusta hacer el trato directo. Fue hasta que nos vieron que comenzaron a interesarse en el proyecto", dijo Barragán.

Su interés no era antropológico, señalaron. No querían conocer la cultura milenaria de China sino su modernidad, esa fiebre capitalista que ataca a ese país y que asombra en Beijing por los cientos de rascacielos nuevos y grúas de construcción que preparan las nuevas edificaciones de hormigón.

Especialistas señalan a China como una nueva potencia mundial, la única nación que creció un nueve por ciento anual en plena crisis económica. Un país comandado por el partido comunista, o supuestamente comunista, que mostró su esplendor durante los pasados juegos olímpicos.

Ruanova y Barragán dijeron que durante su estancia en Beijing recorrieron decenas de galerías de arte y museos dentro de circuitos que los chinos llaman la industria del arte, grandes almacenes que exponen desde obras cuestionables hasta piezas de gran valía.

Entre sus modernos edificios, la atmósfera de novedad que se respira por donde quiera, una clase media que crece a pasos agigantados y miles (tal vez millones) de emos: "Creo que responde a esa represión de sentimientos que tuvieron que ahora es expuesta por jóvenes con más oportunidades", dijo Ruanova, los artistas aseguraron que advirtieron el espectro de la censura que tiene el gobierno.

La residencia donde sólo vivieron el primer mes de su estancia en Beijing junto a artistas europeos y chinos, algunos de éstos opositores al régimen, estaba vigilada por oficiales, explicaron.

"No entendíamos bien qué pasaba, pero había un ambiente incómodo", dijo Ruanova. Por lo que tuvieron que cambiarse y rentar un estudio, que sólo pudieron pagar por tres meses.

De la experiencia en China ha salido ya una docena de obras, señalaron. Pero la creativa de ambos artistas, dueños de estilos muy distintos, apenas parece haberse metido en la olla exprés para fabricar algo traído de la mayor fábrica del mundo que pronto podrá ser visto en esta ciudad.

Esta historia fue publicada originalmente en Enlace, el semanario en español de San Diego Union Tribune. editorial@mienlace.com

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