"Fueron peleas memorables, verdaderos encontronazos en donde yo estuve como réferi y nunca, a pesar de lo duro que fueron esos combates, ocasioné que un peleador fuera a la enfermería o se colapsara por no haber intervenido a tiempo", aseguró.

Ray Solís atiende desde hace 17 años un restaurante de birria en la calle Primera del centro de Tijuana. Hace ocho años abandonó momentáneamente su labor de juez internacional del CMB por problemas de salud, a raíz de la muerte de su esposa.

Sin embargo, sonríe cuando habla de boxeo. Pocos saben que su triunfal carrera como réferi tal vez hubiera sido la de un héroe nacional. De cualquier forma lo que marcó aquel hecho fue un accidente cuando fue militar entre los años 1940 a 1949.

Según Ray Solís, él iba a ser uno de los miembros del Escuadrón 201, la unidad aérea de combate con que México participó en la Segunda Guerra Mundial tras el hundimiento que sufriera en el golfo del barco petrolero Potrero del Llano.

El Escuadrón 201 estaba preparándose en Puebla cuando Solís tuvo el accidente al tratar de esquivar unas vallas. Se lesionó la pierna izquierda, tuvo fisura en la rótula y cabeza, además de una costilla rota.

"Después del accidente todavía permanecí un tiempo en el Ejército, hasta 1949, cuando mi hermano Salvador Solís, quien era boxeador profesional, me invitó a que viniera a Tijuana. Desde entonces viví aquí", dijo.

Prácticamente los primeros recuerdos que tiene Solís están asociados con el boxeo. Cada fin de semana oía por la radio las peleas de box en su natal La Barca, Jalisco, en voz del cronista Julio Sotelo.

Antes de aquel accidente, tenía la intención de ser boxeador profesional, había sido campeón pluma dentro del Ejército Mexicano y parecía natural escalar al boxeo de paga. Pero los planes cambiaron.

Durante la década de los 1950 comenzó su carrera como árbitro de boxeo, primero en peleas amateur, luego en profesionales. Su cúspide, sin embargo, llegaría en los decenios de los 1970 y 1980, época de oro del boxeo mexicano.

"Me tocó ver quizá a los mejores peleadores mexicanos, pero los que más me impresionaron por su carisma y valentía fueron Rubén 'El Púas' Olivares y, desde luego, Julio César Chávez", agregó.

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