Tijuana.- Una mujer falleció esta madrugada tras quedar sepultada cuando una barda se desplomó en su vivienda en la colonia Rancho Las Flores, al oeste de la ciudad, informó el capitán de Bomberos Marco Antonio Bernal.

Muy cerca de esa zona, un cañón cuyo arroyo desemboca en el lado estadounidense del Río Tijuana, sucedió en enero pasado la tragedia de dos niños que fueron arrastrados por una fuerte corriente y cuyos cuerpos fueron hallados días después por un grupo de rescatistas de San Diego.

Al filo de las 4 de la mañana los Bomberos recibieron dos llamadas de emergencia, explicó. Una les advertía del derrumbe de un muro en la colonia Las Flores, mientras que el otro les señalaba que un velador había quedado atrapado en la canalización del Río, en el área del Chaparral.

Los rescatistas poco pudieron hacer en el caso de la mujer, identificada como Norma Arredondo, de 30 años, que fue sepultada por el desplome de la barda; mientras que en El Chaparral se pudo rescatar con cuerdas al velador, quien cuidaba la maquinaria con que están construyendo una nueva garita internacional.

Hasta el momento la fiscalía estatal sólo tenía el deceso de la mujer como el único caso en la ciudad vinculado a la contingencia.

Las fuertes lluvias además ocasionaron decenas de calles y avenidas incomunicadas en toda la ciudad y automovilistas varados que tuvieron que remover sus automóviles con grúas.

Además se registraron

caídas de cables eléctricos y árboles y apagones en algunas áreas del este y el oeste de Tijuana.

Todavía los daños producidos por la tormenta no habían sido evaluados por la dirección de Protección Civil, cuyo personal aún se encontraban inspeccionando las colonias afectadas.

En el albergue habilitado en la Unidad Deportiva La Mesa hasta el momento sólo tenían 15 personas.

Alfredo Escobedo Ortiz, director de Protección Civil del Estado, recomendó a la comunidad no salir de sus hogares si no es necesario; abstenerse de cruzar arroyos y no conducir por lugares encharcados.

También en estos momentos, dijo, resulta un riesgo conducir por las carreteras Tijuana – Ensenada y Tijuana – Mexicali, pues además de los fuertes vientos y lluvias, hay desmoronamiento de cerros que tienen a esas rutas con piedras y lodo.