Fútbol

Lo mejor de la hazaña, aún no termina

México ya piensa en Brasil para la gran final

Un histórico combinado nacional está escribiendo una de las páginas más brillantes en la historia del deporte y del fútbol mexicano. Los dirigidos por Luis Fernando Tena se instalaron en la final de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y hicieron historia, al mismo tiempo que aseguraron medalla.

Hablando del trámite del juego, se inició sufriendo. Tal parece que si no es de esta manera, el triunfo al mexicano no le sabe. Apenas a los 13 minutos del arranque del partido que tenía paralizado a un país entero, Japón se adelantó en el marcador y los fantasmas volvían para hacernos daño y el sueño parecía que quedaba solo en eso.

Con la ventaja en el marcador se vivía con tensión el juego, pero como si fuera un guión de una película taquillera, México empataría el partido minutos antes del fin de la primera parte. Por la vía de un tiro de esquina cobrado por Enríquez y un cabezazo que no solo dio Marco Fabián, sino lo dimos todos, el balón entraba en la portería de Japón, al mismo tiempo que Fabián, merecidamente, celebraba su anotación y a la vez que un país dio un grito, un salto, un aplauso o una simple sonrisa frente a su televisor.

El ánimo se vino arriba para el equipo mexicano, mientras Japón trataba de volver a hacer su juego, pero el tiempo no daba para mas, se venía el descanso, un receso que sirvió no solo para los jugadores, sino para todos los que veían el juego, para dar un respiro.

En la segunda parte, el partido iba de un lado al otro, un partido muy parejo y por momentos trabado en medio campo. Por un lado se temía que Japón volviera a tomar las acciones del partido y por el otro estaba la esperanza de que México siguiera alimentando el sueño de millones.

El guión de la película seguía su curso, y en la página del minuto 65 estaba escrito que con un poema de gol, México se pondría al frente en el marcador por obra del refuerzo en la delantera, Oribe "Cepillo" Peralta. Con un disparo que recordaremos por mucho tiempo por su belleza, su manera de meterse justo en el ángulo y por lo que significó, México vibró, el país estalló en una alegría que solamente este deporte le puede dar al mexicano.

Ya con el marcador a favor, México seguía tratando de controlar el juego, conteniendo a un Japón que por lógica y con el tiempo en contra, se lanzaba al frente en busca del empate. La ventaja de un gol, por extraño que parezca y más en este tipo de juegos de eliminación directa, se sufre casi tanto como ir perdiendo, por el temor de un error atrás y que llegue el empate, por temer a una mala salida del portero, por temor a una equivocación o a una situación completamente ajena y principalemente porque la suerte anteriormente no le había sonreído a México en esta clase de compromisos.

Fueron unos de los minutos más largos en la historia para los futbolistas y para la afición mexicana, se sentía cerca la victoria pero no se podía festejar antes, pues bien dicen que el último minuto, también tiene sesenta segundos.

El reloj corría, el corazón de los mexicanos latía, las piernas de los japoneses buscaban igualar el marcador. México al final regalo el balón y se tiro atrás buscando un contragolpe, alguna jugada individual que terminará el juego.

Y como toda buena película, tenía una sorpresa, de la banca salió el que se vestiría de héroe y dejaría respirar tranquilos a los millones de mexicanos pendientes del partido, Javier Cortés se levantó de la banca y entró al partido para definirlo, una jugada individual por la banda derecha, tras un soberbio taco de Peralta, culminó con el tercer gol mexicano e hizo estallar a un país entero.

México aseguró medalla en el deporte que más pasión y sentimientos genera en el pueblo mexicano, en el deporte que había quedado a deber y había quedado en el "ya merito", aunque pensándolo bien, este Tri sigue siendo el "ya merito", ya mérito consigue el máximo logro deportivo de una selección mexicana y quizás del deporte mexicano en general: el metal de oro.

El rival será Brasil, el scratch du oro, el mítico pentacampeón del mundo, el mismo Brasil que curiosamente ha ganado todo y ha dominado este deporte por años, pero que no olvida dos cosas: que la medalla de oro históricamente se le ha negado y que México, en finales es imbatible para ellos.

Son ya 3 finales de torneos avalados por la FIFA en donde se ven las caras México y Brasil. De los grandes logros que México presume en fútbol, curiosamente la mayoría son contra el poderoso scratch: Copa de Oro 1996, Copa Confederaciones 1999 y más recientemente, el Mundial Sub 17 de Perú 2005.

Al final los números no cuentan, pero la historia sí pesa y lo hemos vivido en carne propia, será una final que promete ser inolvidable, una final que quedará enmarcada en la memoria y que deseamos de todo corazón, el vencedor sea el tricolor.

Lo mejor de la hazaña tricolor, es que todavía no termina y todavía faltan 90 minutos donde, de conseguir la victoria, este conjunto mexicano pasará a la historia como uno de los mejores, quedará en el corazón de su fiel afición y esperemos, sea el primero de más éxitos en este nivel.

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