Bastaron 30 segundos para hacer soñar a un país y 90 minutos para convertirlo en realidad.

Oribe Peralta, el hombre que fue llamado por el técnico Luis Fernando Tena para convertirse en uno de los refuerzos de la Selección Mexicana, cumplió y este sábado fue la figura al anotar dos goles en la victoria del tricolor ante Brasil en la final de los Juegos Olímpicos de Londres.

Por México, el "Cepillo" sorprendió e hizo vibrar el pueblo mexicano antes del primer minuto de juego, aprovechando un error de la defensa brasileña y posteriormente, al minuto 74, de cabeza incrementó el marcador. Por Brasil, "Hulk" descontó al minuto 90 para alargar la agonía mexicana.

Con el resultado, México obtiene por primera vez en su historia una medalla en futbol varonil, y la primera de la delegación azteca en estas Olimpiadas.

En el Estadio Wembley se escuchó el himno nacional mexicano y se levantó la bandera en lo más alto, con lo cual, se consolidó un torneo en el cual, el seleccionado nacional termina invicto y alarga la paternidad en finales con Brasil.

El triunfo sabe a promesa para el futbol mexicano que en últimos años se ha acostumbrado a ganar y hace soñar con un equipo sólido capaz de pelearle a los grandes.

La idea del "ya merito" poco a poco queda en el olvido.

El Oro en Londres se suma a dos campeonatos Sub-17 en 2005 y 2011, un tercer lugar en el Mundial Sub-20 en 2011, el campeonato del preolímpico de Concacaf y el Torneo de Esperanzas en Toulon, éstos últimos en este año.

En categorías menores, México empieza a consolidar una nueva generación que peleará por estar la máxima cita del balompié, el Mundial de Brasil 2014.

El talento local se hizo presente. Por Baja California, Miguel Herrera de Tijuana y Jorge "Chatón" Enríquez de Mexicali. Del otro lado de la frontera, el oriundo de San Ysidro, Miguel Ponce, tuvo participación en la final ante Brasil entrando de cambio en el segundo tiempo.

En México, poco a poco aficionados empiezan a llenar plazas públicas para celebrar el tan esperado triunfo. De Tijuana a Mérida y miles más que viven fuera del país presumen hoy el oro mexicano que hace soñar con más gloria en el deporte más popular de la nación.

alexandra.mendoza@sandiegored.com