PEKIN.- Miembros de la comunidad mexicana en Pekín y chinos interesados en conocer la tradición del Día de Muertos celebraron hoy en la Embajada de México esta especial fiesta, que incluyó calaveras dulces, chocolate, pan de muerto y actividades de divulgación de la festividad entre niños y jóvenes chinos.

Un altar con abundancia de velas, calaveras multicolores y esqueletos disfrazados de mariachis presidió la fiesta, que este año se decidió dedicarla al arquitecto Ricardo Legorreta, fallecido en diciembre de 2011, por lo que en él se presentaron fotos de sus obras más conocidas así como frases famosas del creador.

En los días previos a la festividad, la Embajada invitó a jóvenes chinos estudiantes de español en varias universidades de Pekín, así como a niños de primaria y secundaria, a visitar la legación y admirar el altar de muertos, una actividad con la que se espera dar a conocer esta peculiar celebración mexicana en China.

"Fue muy agradable para los niños, y una gran sorpresa porque la manera en que los mexicanos celebramos la muerte es muy peculiar y desconocida para ellos", señaló a Efe el agregado de Cultura de la Embajada, Pedro Cisneros.

La presencia de las calaveras al principio intimidó un poco a algunos chicos, admitió Cisneros, "pero tras una plática explicativa fueron capaces de familiarizarse con la tradición", que, explicó, "es para disfrute de los niños".

En la celebración de hoy, los chinos asistentes, en esta ocasión adultos, mostraron mucho interés por el altar de muertos, con el que se fotografiaron mientras preguntaban por los orígenes de esta fiesta, una mezcla de las tradiciones indígenas con las religiosas que trajeron los españoles.

"Es muy interesante, en China también conmemoramos los muertos con mucha intensidad pero aquí lloramos mucho, en México es muy diferente", comentó la periodista china Sonia Cai, de la revista "China Hoy".

"Parece que para los mexicanos los muertos van al paraíso y no sufrirán más, mientras que para los chinos es algo triste", añadió.

La celebración del Día de Muertos en México tiene más de tres milenios de antigüedad y bebe de tradiciones de muchos de los pueblos precolombinos, desde los mayas a los olmecas, los zapotecas o los mexicas, entre otros.

Los españoles intentaron sustituir estas tradiciones dedicadas a los dioses de la muerte por el Día de Difuntos, aunque sólo se consiguió a medias, mezclando las dos festividades en una fiesta llena de color y una mezcla de alegría y fatalismo única en el mundo.

Editorial@sandiegored.com