Desde el 7 de noviembre, cuando Bob Filner tomó posesión de la alcaldía de San Diego, señaló que sería una administración de cambios, ha cumplido su palabra.
Durante sus primeros 100 días, se ha observado una nueva era en el Palacio de Gobierno Municipal con cambios en la manera de conducir los negocios de la ciudad, algunas riñas con otros servidores públicos, particularmente, el sector hotelero de la ciudad fronteriza.
"Durante las últimas dos décadas, San Diego no ha hecho un buen trabajo en mantener todos nuestros vecindarios como el centro de la ciudad", declaró Filner en un comunicado este martes. "Fue porque nuestros oficiales electos perdieron visibilidad o fueron cegados por intereses personales o tuvieron tendencias de un gobierno complaciente estoy aquí para cambiar eso".
Quienes apoyan a Filner, han aplaudido cada una de sus decisiones, señalando que es un cambio bienvenido, el que un político vaya contra los intereses de ciertos negocios o grupos de poder.
Quienes están en su contra, entre ellos miembros de la comunidad empresarial y círculos republicanos, indicaron que el alcalde está lastimando las finanzas públicas con sus decisiones en el rublo turístico y que hay mucha división en la alcaldía.
Considerar 100 días de gobierno es un tanto arbitrario para evaluar a un gobernante, pero se ha usado como medida de rendimiento o logros continuamente.
Comprensiblemente, Bob Filner está lejos de cumplir lo que prometió durante su campaña electoral, pero ha logrado un progreso notable durante estos primeros meses.
Entre los logros recientes, destaca el haber mejorado las finanzas públicas, su lucha por hacer de su administración algo transparente para los ciudadanos y nuevas instalaciones para atender a los sandieguinos que no tienen hogar.
*Nota original del U-T San Diego por Craig Gustafson
Craig.Gustafson@utsandiego.com
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