TIJUANA.- Con ojo más pequeño e inflamado que el otro salió Ronaldinho quien a pesar de que no fue un protagonista como se esperaba hizo lo suficiente para apuntarse una asistencia y levantar suspiros tanto dentro del estadio como los que lo miraron por la televisión, y es que Dinho es considerado uno de los más grandes de todos los tiempos.

Corría alrededor del minuto 10´ y el astro brasileño se llevó un balonazo en su ojo derecho que prendió las luces de alarma de la banca del "Galo", al mismo tiempo que la afición que se dio cita en el Caliente lo rechiflaba y se burlaba de él como muestra de fidelidad hacia sus Xolos.

Además se olvidó de los taquetes y tal cual estilo callejero salió con tenis, repito, tenis de futbol siete, no taquetes, unos tenis que podemos encontrar en cualquier tienda deportiva, algo muy inésperado, pero también muy lógico por la superficie.

Se encontró con una pesadilla de nombre Christian Pellerano que no lo dejó respirar ni tocar a placer la pelota, pocos duelos ganó ante el argentino que se confirma como el mejor medio de contención de México y levanta la mano para el continente.

La asistencia de Ronaldinho llegó sin Pellerano de por medio ni cerca de él, pues cobró un tiro de esquina que Tardelli capitalizó, después de ahí desapareció.

Al final, esto dijo el brasileño:

"Nos vamos contentos, ningún equipo había marcado aquí, conquistamos goles que nos ayudan para la vuelta por el gol de visitante. Es muy complicado jugar aquí. Fue un gran esfuerzo sacar el empate", Ronaldinho.

Said.Rodriguez@sandiegored.com