Tijuana

Guía para votar: cómo elegir entre Kiko Vega y Castro Trenti

Las diferencias entre propuestas y trayectorias

Se termina la campaña electoral en Baja California y los electores debemos enfrentarnos a la soledad de la urna. Ahí ya no habrá ni flyers, ni mantas, ni espectaculares, ni vallas que valgan. Frente a la urna nos toca decidir qué queremos que suceda los próximos años. ¿Tomaremos la vía del populismo de derecha de la mezcla del PAN y el PRD? ¿Tomaremos la alternativa del PRI que no ha cambiado y que su única diferencia es que usa botox y es cupular?

La historia electoral

Ernesto Ruffo conquistó la gubernatura en 1989 con 204,120 votos, frente a los 162,941 logrados por Margarita Ortega Villa del PRI. Hecho ya instalado como parte aguas en la historia política del país, Baja California se volvió símbolo de la alternancia. Eran también los años donde el PAN estaba de moda y de la mano de los neopanistas –tal como el mismo Ruffo- conquistaba alcaldías y gobernaturas. Después de todo, ese partido había logrado construirse una reputación como institución seria y responsable.

¿Cuánto vale el voto de Jorge Hank?
¿Cuánto vale el voto de Jorge Hank?

Vino en 1995 otro hecho importante para el elector bajacaliforniano: después de Ernesto Ruffo, ¿valía la pena elegir a otro panista? La decisión no pareció tan difícil dado que el candidato panista, Héctor Terán, pertenecía a las viejas corrientes del panismo y era alguien reconocido como un buen hombre hasta por sus rivales. Terán ganó la elección con 324,901 contra los 270,006 de Francisco Pérez Tejada del PRI.

Para 2001, Eugenio Elorduy (también perteneciente al viejo PAN) logró el triunfo con 266,175 votos frente a los 200,676 de Daniel Quintero Peña del PRI. Aunque con votación menor a la de 1995, si fue mayor a la de 1989. En 2007 José Guadalupe Osuna Millán obtuvo 436,369 votos mientras Jorge Hank obtuvo 386,772.

Curiosamente, Ruffo y Elorduy –ambos venidos del mundo empresarial- lograron que quienes les sucedieran en el gobierno obtuvieran tan altas votaciones que opacaban su propia victoria. Mientras la elección de 1995 fue para aprobar o no la gestión de Ruffo, la de 2007 fue un referéndum para elegir o no a Jorge Hank.

Entre el bien y el mal

La elección que enfrentamos ahora en 2013 debe llevar al elector a pensar seriamente en el futuro de los partidos como vehículos de participación electoral. No lo digo como un recurso retórico, sino como una pregunta muy válida. Después de todo, contando algunas excepciones, la mayoría de los candidatos de ambas alianzas son gente que tiene 15 años o más en las lides políticas. De ahí que uno se pregunta: ¿Son los mejores que tienen?

"Si, claro, voy contigo Fernando".
"Si, claro, voy contigo Fernando".

Para sorpresa de muchos, Kiko Vega resultó mejor candidato de lo esperado y Fernando Castro Trenti resultó no ser tan buen candidato, eso probablemente tenga que ver con que nunca ha ganado una elección. Kiko Vega es un político que gusta del populismo como estrategia, Castro Trenti está tan acostumbrado a negociar en la cúpula que ahora que debió dejarse llevar por el ritmo de la campaña estaba entumido. Son los problemas de no salir del escritorio.

Hasta el final el gobernador Osuna se interesó en la campaña.
Hasta el final el gobernador Osuna se interesó en la campaña.

El pasado fin de semana se dieron los cierres de campaña de ambos candidatos en Tijuana. Quitándole toda la verborrea y parafernalia de los partidarios de ambos candidatos, ambas alianzas mostraron el músculo. En el estadio Caliente con todo y la discusión sobre la presencia de Jorge Hank, el PRI volvió a demostrar que la sola idea de volver a tener poder los disciplina. Mientras tanto el PAN recurrió a la histórica esquina de calle Segunda y Constitución para demostrar con la asistencia de sus simpatizantes que la elección no está decidida. Lo visto en ambos eventos es el presagio de una elección muy cerrada que se ganará por una nariz. Olvídese de las encuestas, los resultados son tan diversos y dispersos que la única certeza es que están técnicamente empatados, la diferencia estriba en quién llegará el domingo con mejor ritmo.

¿En verdad la gente manda?

Después del "bono democrático electoral" muchos panistas dilapidaron esa victoria cultural y electoral. Pasaron de lado la oportunidad de cambiar el sistema-vida y en cambio, en varios casos ofrecieron una mala copia de las trapacerías priistas. Y conforme transitaban de una elección a otra los candidatos comenzaron a reciclarse hasta proponer a candidatos verdaderamente impresentables, a los cuales nadie en su sano juicio elegiría. A eso le agregamos la falta de generosidad y mezquindad de personajes como Héctor Osuna, quien al no ganarle a Kiko Vega se plano se desapareció. No digo que el proceso interno haya sido el mejor, pero la disciplina y la lealtad a la institución deberían pesar más.

Por el lado del PRI la cosa no está de lo más sana. Acostumbrados a ganar por encima de la voluntad de las urnas, poco a poco después de 1989 aprendieron a administrar las derrotas, sobre todo abandonados por su partido a nivel nacional. Y de entre los beneficiarios de esa administración apunten en primer lugar a Fernando Castro Trenti. Sin tener en su haber una sola victoria electoral, su "capacidad" de operación política le permitió ganar la candidatura a gobernador a Hank, de quien muchos priistas esperaban repitiera como candidato.

Después del 7 de julio

Como ninguna otra elección en Baja California, como electores me parece que deberemos elegir entre las opciones disponibles la que menos cause impacto negativo. Pero lo más importante, incluso por encima del resultado electoral, es cómo piensan los partidos políticos-todos- restablecer el prestigio de la política. Si en 1989 en Baja California se dio paso a la alternancia política, la cual ahora nos tiene en el escenario donde cualquier partido puede ganar, debemos dar un nuevo paso ahora para elegir como votantes racionales. Pregúntate: ¿Quién de entre Kiko Vega y Fernando Castro Trenti podría ser un buen gobernador? ¿Quién puede causar menos daño?

Tanto asi vale BC para el PAN.
Tanto asi vale BC para el PAN.

Y lo más importante, hay que reemplazar a los grupos de poder que se apoderaron de los partidos, incluidos el propio Kiko Vega y Castro Trenti, y llenarlos de ciudadanos ejemplares. Los partidos políticos deben darse a la tarea de ser instituciones abiertas, dar espacio a la agenda de la ciudadanía, no a privilegiar la agenda electoral. Es hora de que en Acción Nacional se vayan los apellidos que se "fundaron" en el gobierno (Osuna Millán, González Reyes, Cardona, Ramos y un largo etcétera), y en el PRI es hora de que avancen y dejen atrás su "orgullo" por un ex gobernador como Xicoténcatl Leyva Mortera. Conozco varios hombres y mujeres valiosos que cuentan con un gran prestigio social y que estarían dispuestos a participar. ¿Cómo se puede estar orgulloso de un personaje así?

Cómo estarán las cosas, que los panistas se emocionan porque Jorge Hank no le levantó la mano en signo de victoria a Fernando Castro Trenti. Imagínense, los "panistas" rezándole a San Xolo Mayor. Ver para creer.

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binomio (1+4) Frontera digital, es una revista electrónica que nace en la región de Tijuana-San Diego y aborda temas políticos, sociales, económicos y culturales.

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