Desde uno de los rincones de la plaza bicentenario, donde se encuentra la catedral de Tijuana, se escuchan a lo lejos sus murmullos: "hoy tengo que partir a tierras extrañas para trabajar, pero te pido que guíes mis senderos y acompañes a mis familiares mientras estoy ausente…".

Quedito, pero muy claro un hombre de unos 35 años postrado afuera de las puertas del templo, reza. Mochila en las piernas, cachucha de los Yankes de Nueva York y un par de pantalones decolorados advierten que es otro migrante esperando un "pollero".

Y es que la catedral metropolitana se ha vuelto punto de encuentro de migrantes que buscan cruzar a Estados Unidos, y traficantes de personas, que por cuantiosas cantidades de dinero sirven de guías en las montañas.

A Enrique un migrante originario de Jalisco, deportado luego de vivir más de 15 años en Oakland, California le sudan las manos; se le resbala un pequeño cuadernillo que estampa la imagen de un hombre joven de ojos azules, vestido con sotana.

Es Santo Toribio Romo, el nuevo santo de los migrantes que desde hace unos seis meses ha dejado una buena ganancia a los vendedores, santeros, y dueños de tiendas de artículos religiosos de la calle segunda en la zona centro de Tijuana.

Estampitas para la cartera, el cuadernillo de oraciones, la vela aromática con la cara del "apuesto" santo y las estatuillas bañadas en pintura dorada, han desbancado hasta a San Judas Tadeo, el santito que colocan las mujeres mexicanas de cabeza, en busca de que llegue el amor. Incluso a Juan Soldado, quien fuera el santo por excelencia de los migrantes.

Doña Celia, vende desde 1990 artículos religiosos en las afueras de la Catedral de Tijuana, sin duda alguna dice que los santos más vendidos son San Juditas y Santo Toribio. Celia cuenta que semanalmente vende unas 30 estampillas del santo migrante.

"Vienen muchos migrantes, para hacer oración y pedirle que salga bien su viaje. También lo compran sus familiares que vienen por ellos. Preguntan por la estampa de Santo Toribio para pedirle y pedirle cruzar a Estados Unidos".

Don Félix otro vendedor con más de 20 años de experiencia platica que la popularidad de Santo Toribio Romo va en ascenso, y es que según las historias de los migrantes se aparece en las montañas o en el desierto, los guía e ilumina el camino para llegar a Estados Unidos.

"Un día llego un muchacho y nos contó que cuando estaba en las montañas se encontró a un hombre joven, vestido con una sotana. Estaba perdido, pero el hombre de la sotana le dijo que caminara varios kilómetros más y le indico el camino".

La historia de este migrante concluye muchos años después en su natal Jalisco, cuando regreso de Estados Unidos encontró un altar, ahí se percató que el de la fotografía era el mismo que le ayudo en el desierto.

"¡yo lo conozco, el me ayudo hace muchos años!", es Santo Toribio le contestaron algunos devotos. Cuanta la historia que Santo Toribio murió en 1928 víctima de un atentado y en defensa de la iglesia católica; fue un sacerdote originario de un pueblo en Jalisco, Jalostotitlán. En el 2000 fue canonizado por Juan Pablo segundo al aceptarse que hacia milagros.

Enrique, deportado de Oakland, espera desesperado en Tijuana a un pollero que lo cruzará por las montañas de la ciudad de Tecate. Confiesa que le está pidiendo otra vez a Toribio como lo hizo hace 15 años, cuando salió de Guadalajara con rumbo a Estados Unidos.

Cuenta que su madre metió en la cartera una estampa del Santo Toribio: "Me dijo, 'te va ayudar y te va a cuidar cuando te vayas para el norte'. Así que otra vez en mi vida Santo Toribio siempre por siempre…forever".

Los precios por un Santo Toribio varían, las estampitas las pueden comprar por ocho pesos, los libros para rezar 15, las estatuillas 50, los cuadros con luces navideñas son más sofisticados por eso alcanzan los 150 pesos.

En las calles de la catedral de Tijuana los precios para los migrantes son accesibles, y a pesar de los pocos recursos económicos consideran que viajar con Toribio, el "Santo Pollero", es una buena inversión.

Laura.Sanchez@sandiegored.com