"Un impuesto sobre bebidas no está justificado. La gente consigue calorías de muchos alimentos y fuentes de bebidas, y un impuesto sobre un producto no va a resolver un problema tan complejo como la obesidad", argumentó Coca Cola en un comunicado de prensa.

La molestia de la compañía se desprende de uno de los puntos de la reforma hacendaria donde el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, propuso incrementar el impuesto a bebidas azucaradas, con el fin de combatir la obesidad.

¿Refrescos más caros para que la gente no los compre? Coca Cola hizo hincapié en que esta medida afectará a los consumidores de bajo y medio ingreso.

Añadió que tanto los refrescos como el resto de las bebidas endulzadas con azúcar equivalen a menos del 7% de las calorías promedio en la dieta del mexicano, quienes se han comprobado, son los mayores consumidores de refresco a nivel mundial.

La Asociación Mexicana de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas se sumó a la postura de Coca Cola, coincidiendo en que la medida no hará mucha diferencia en el combate a la obesidad, "En el mejor de los casos disminuirá en uno por ciento la ingesta calórica por lo que creemos que esta circunstancia no abona mucho a resolver el problema de la obesidad en México y sí vulnera la economía de las familias más pobres del País en donde se integran 52 millones de mexicanos", declaró Emilio Herrera Arce, presidente de la asociación.

Se estima que de aprobarse la reforma hacendaria, los refrescos y bebidas azucaradas incrementen su precio hasta en un 20%, algo que podría reducir el consumo de 16% al 24%. Estudios apuntan a que las familias mexicanas gastan más en refresco que en alimentos básicos como huevo, tortilla y frijol.

La Cámara Nacional de las Industrias Azucareras y Alcoholeras, la Industria Refresquera Mexicana y la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar también ha manifestado su inconformidad, ya que la medida no solo perjudicará al consumidor, sino también a todos los involucrados en la elaboración de los productos, tales como productores de la caña de azúcar, agricultores, azúcar, proveedores, bebidas saborizadas, trabajadores y vendedores.

Diversas organizaciones no gubernamentales han aplaudido este aspecto de la reforma hacendaria. Estudios recientes mostraron que un mexicano promedio consume más de 163 litros de refresco al año, una cifra que supera en un 40% a los estadounidenses . Las investigaciones también señalaron que el consumo de bebidas es en México la principal fuente de calorías, cerca de una cuarta parte provienen de las bebidas.

Debido a los resultados de estas investigaciones, la Secretaría de Salud ha señalado que el alto consumo de energía a través de las bebidas es una de las causas principales de la epidemia de sobrepeso y obesidad en México y habían hecho diversos llamados a incrementar los impuestos en refrescos y bebidas azucaradas para que ese ingreso adicional, se utilizara para contar con acceso a agua potable gratuita en escuelas y espacios públicos.

*Consulte aquí el estudio de consumo de refrescos en México

Brenda.Colon@sandiegored.com