Brasil presentó una serie de medidas que busca protegerle del espeionaje perpetuado por Estados Unidos, hecho denunciado semanas atrás .

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, canceló su visita a Estados Unidos, misma que estaba programada para el próximo mes y criticó que el gobierno encabezado por Barack Obama hubiera vigilado a la compañia de Petrobras, a varios ciudadanos del país mediante sus cuentas en redes sociales como Facebook y servicios de Gmail, además de su persona.

La presidenta no prohibirá el uso de redes sociales o los servicios de correo electrónico pero si pidió que la información de los brasileños sea almacenada de manera local , buscando blindar todos los datos al gobierno estadounidense.

Para algunos expertos internacionales en informática, esto podría resultar un arma de doble filo. Además de que será costoso mantener este nivel de seguridad, las acciones de Brasil podrían ser empleadas por otros países con gobiernos represivos, atentando contra la libertad de expresión.

En un comunicado emitido ayer, el gobierno brasileño señaló que "las prácticas ilegales de interceptación de las comunicaciones y datos de ciudadanos, empresas y miembros del gobierno brasileño constituyen hecho grave, atentatorio a la soberanía nacional y a los derechos individuales, e incompatible con la convivencia democrática entre países amigos". Con ello confirmó que Dilma Rousseff no visitará Estados Unidos como estaba planeado, considerando que las respuestas de la nación americana sobre su espionaje eran insuficientes.

Agregaron que si bien, era importante la relación bilateral con Estados Unidos, no había condiciones para efectuar la visita.

*Con información de Aristegui Noticias

Brenda.Colon@sandiegored.com