México

El Papa le pide a la Iglesia no obsesionarse contra gays, aborto y anticonceptivos

"Debemos de encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de naipes" dice el Papa en una entrevista extraordinaria

El Papa Francisco I apareció en varias cabeceras de los medios mundiales hoy, después de que se publicara una entrevista en la revista jesuita American Magazine, bastante extensa (12,000 palabras), en donde critica la "obsesión" dentro de la Iglesia Católica de estar en contra homosexuales, el aborto, anti-conceptivos o la participación de mujeres en el clero, y la falta de acercamiento con el pueblo.

La entrevista, que empieza con Francisco describiéndose como "un pecador" como todos, pudiera verse como un llamado en general a cambiar, lentamente, pero de siempre buscar nuevos "entendimientos", aunque la mayoría de la cobertura se ha concentrado en estos párrafos:

"No podemos seguir insistiendo solo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible [...] Las enseñanzas de la iglesia sobre estos temas son claras y soy un hijo de la iglesia, pero no es necesario hablar de estos temas todo el tiempo.

"Tenemos, por tanto, que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre peligro de caer como un castillo de naipes, de perder la frescura y el perfume del Evangelio. La propuesta evangélica debe ser más sencilla, más profunda e irradiante. Solo de esta propuesta surgen luego las consecuencias morales."

Aunque sí es revelador, también funge como una continuación a sus comentarios de hace unos meses cuando iba de regreso a Italia después de visita a Brasil y famosamente dijo sobre homosexuales "¿Quién soy yo para criticarlos?".

Pero el resto de la entrevista es igual de fascinante para cualquiera, ya que marca un posible cambio en la Iglesia Católica que presume tener más de mil millones de seguidores alrededor del mundo, pero que ha sufrido graves declives en Europa y América Latina. Habla de todo, desde el rol de las mujeres en la Iglesia hasta lo que realmente debería de ser el cristianismo.

Continua explicando el porqué la importancia de no "obsesionarse con un solo tema", o "pequeñas cosas", pues dice que "el mensaje del Evangelio, entonces, no debería de ser reducido a sólo algunos aspectos que, aunque relevantes, por sí solos no demuestran el corazón del mensaje de Jesús Cristo."

Él aclara que es "hijo de la Iglesia" y entiende el posicionamiento oficial, pero al parecer cree que estos mismos posicionamientos oficiales podrían cambiar, pues comenta que la ciencia descubren nuevas verdades, y la Iglesia no debería de quedarse atorada en el pasado. "Hay leyes eclesiásticas que alguna vez fueron efectivas, pero ahora han perdido todo valor o significado. El punto de vista que establecía a las enseñanzas de la iglesia como un monolito que se defiende sin matices o diferentes entendimientos, es erróneo."

En cuanto a uno de esas "pequeñas cosas" sobre la cual la Iglesia se obsesiona seguido, comparte que "una persona me preguntó una vez, provocativamente, si aprobaba la homosexualidad. Yo le contesté con otra pregunta: 'Dime, ¿cuándo Dios ve a una persona gay, apoya su existencia con amor, o la rechaza y condena a esta persona?' Siempre deberíamos de considerar a la persona."

Andrew Sullivan, de The Dish, explica "¿por qué es importante que consideremos a la persona en vez de una certitud abstracta teológica? Porque eso es lo que Jesús hizo. Y Jesús, obviamente, le está dando un respiro de vida de nuevo a su Iglesia."

Por otra parte, Francisco I critica varios aspectos dentro de la administración de la Iglesia actual, por ejemplo, a quienes intentan influir en la política o asuntos públicos, "el pueblo de Dios quiere pastores, no a clérigos actuando como burócratas o funcionarios públicos", señala.

Él papa lanza otra crítica a la "certitud" y quienes dicen no tener nada de duda sobre Dios pues "Sólo profetas falsos pretenden tener todas las respuestas", dijo Francisco, recordando que "los grandes líderes del pueblo de Dios, como Moisés, siempre dejaban un especio para la duda […] Nuestra vida no se nos presenta como un libreto de opera, en donde todo ya se encuentra escrito; sino que significa continuar caminando, haciendo, yendo, buscando, viendo…"

Quizás, estas palabras no satisfaga a los más fuertes críticos de la Iglesia Católica, quienes acusan a la Iglesia de crímenes contra niños o de ser conservadora, reaccionaria y anticuada. Pero el Papa no propone un cambio radical en cuanto a los temas de mujeres como clero, homosexuales aceptados completamente o permitir el aborto, ya que el mismo Francisco I aclara que "muchos piensan que los cambios y las reformas pueden darse dentro de poco tiempo [...] creo yo que siempre necesitamos tiempo para colocar los cimientos de un verdadero y efectivo cambio. Y esto es el momento para perspicacia."

Cabe destacar que en los Estados Unidos, la población católica en sí tienden a estar en desacuerdo con los posicionamientos oficiales de Cardenales sobre temas sociales, y más cercanos a los del Papa, pues la mayoría de los católicos apoyan al matrimonio entre personas del mismo sexo, 82% de ellos opinan que los anti-conceptivos son moralmente aceptables, y un 63% apoyan los derechos de la mujer para abortar.

Quizás, por eso es que el Papa ve a la comunidad, al pueblo, como la verdadera fuente de "santidad", declarando que "yo veo santidad en la paciencia del pueblo de Dios: una mujer criando a sus hijos, un hombre que trae el pan de cada día a la casa, en los enfermos, en sacerdotes ancianos que tienen muchas heridas pero una sonrisa en sus rostros porque sirven al Señor, en las hermanas que trabajar duro y viven una santidad escondida. Esto es, para mi, la santidad de la comunidad.'

Se describe, por ende, como un humanista, porque opina que una idea o pensamiento deja de ser válido cuando "se olvida de lo humano o hasta le tiene miedo a lo humano o se engaña a sí mismo."

La entrevista con el Papa se llevó a cabo a través de tres reuniones durante agosto del 2013, en Roma y publicados en diferentes revistas jesuitas en 16 países el jueves, y puede que sea el retrato más profundo de la visión que Francisco tiene para la Iglesia Católica Romana.

Jose.Sanchez@sandiegored.com

Relacionado:

Comentarios

  • Facebook

  • SanDiegoRed

 
 
  • Nuevos

  • Mejores

    Noticias Recientes Ver más

    Subir
    Advertising