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No todos los cuentos tienen un final feliz

Las verdaderas historias no son tan mágicas

Aladdin (Aladino): Este cuento se basa en la famosa historia de "Alí Babá y los cuarenta ladrones de las mil y una noches" con un escenario en el hermoso Medio Oriente. Disney decidió separar en tres películas esta historia, siento Aladino la primera y más popular de ellas. Pero "Aladino y los cuarenta ladrones" es la más apegada a la historia verdadera.

"Ábrete sésamo" son las palabras mágicas que todos conocemos con las que se abren las puerta de aquel escondidete de los temidos 40 ladrones. Cassim quien en la película es el padre de la rata callejera, es en realidad su tío (su verdadero padre es Alí Babá), conociendo las palabras por su hermano y va a saquear la cueva.

Al querer salir, olvida las palabras y es descuartizado por los 40 hombres y como una advertencia, sus restos son colocados en la puerta. Alí Babá decide vengarse y los mata a todos con ayuda de una mujer, los quema con aceite hirviendo y apuñala al líder.

Lo siento, aquí no hay genios, alfombras voladoras ni un chango amigo y ladrón.

"Hercules" (Hércules): La historia verdadera es una leyenda de la mitología griega, es cierto, es hijo Zeus, pero no fue concebido con aquel amor que Disney nos muestra.

Realmente Zeus se transforma en el esposo de Alcema (madre de Hércules) para poder pasar la noche con ella, esa misma noche Alcema también estuvo con su verdadero esposo, fruto de esta nacieron dos niños, uno de ellos Hércules, el que al crecer se casa con la princesa Megara (después de todo si se enamoró de la damisela en peligro) con la cual tiene dos hijos.

Hera, esposa de Zeus hace que Hércules se vuelva loco y que con sus propias manos asesine a su esposa, hijos y dos sobrinos. Más adelante vuelve a hacer su vida, casándose varias veces, su muerte fue causada por su cuarta esposa, Deyanira la cual un día muerta de celos quiso hechizar al hombre más fuerte del Olimpo, impregnando su túnica con lo que ella pensaba que era una pócima de amor, pero no, era un veneno que le queman la piel dejándole los huesos al aire, era tanto su dolor que decide lanzarse a las llamas y arder vivo.

¿Dónde quedaron las musas, la lucha por ser un dios del Olimpo, su fama y aquel guapo semi dios? Tal vez en la imaginación de los escritos de Disney.

joy.ruvalcaba@sandiegored.com

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