ARIZONA.- El día de ayer, con 17 votos a favor y 13 votos en contra, el Senado de Arizona aprobó una ley para la preservación de costumbres religiosas, en la que se permitirá que cualquier "individuo, asociación, corporación, iglesia, asamblea religiosa, institución o negocio" de propietarios cuyo credo rechace la homosexualidad puedan negar sus servicios a la comunidad LGBT sin que esto sea considerado como discriminación.

Los políticos que apoyaron esta iniciativa, SB 1062, indicaron que fue propuesta con la finalidad de permitir el libre ejercicio de religión a todas las personas que en base a sus creencias puedan sentirse agredidas al atender personas homosexuales, y de acuerdo al republicano, Steve Yarbrough, la idea central no es a discriminación sino respetar el derecho de práctica religiosa:

"La ley no es sobre discriminación, es sobre prevenir la discriminación en contra de personas que claramente están viviendo su fe" aseguró Yarbrough durante el debate en el que se discutieron las formas del proyecto de ley.

Como el SB 1062 no incluye explícitamente la palabra "homosexual" en la redacción del documento legal, algunos de los escenarios más preocupantes es que esta ley marque la línea para permitir la discriminación en términos generales.

Personas de otras religiones, mujeres que vistan provocativamente, o que puedan ser consideradas como "pecadoras" por cualquier otro motivo, podrían ser privadas de recibir atención en cualquier establecimiento de Arizona por este motivo.

El partido demócrata, plantea una grave repercusión económica, basándose en la probabilidad de que tanto miembros como simpatizantes de la comunidad lésbico-gay preferirán abstenerse de viajar a Arizona a modo de protesta, lo cual, inevitablemente implicará una gran fuga de dinero a otras partes de los Estados Unidos.

Para leer el documento -en inglés- haz click aquí.

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Elizabeth.rosales@sandiegored.com