NORUEGA.- Muchas personas definen a los tatuajes como un arte donde el cuerpo se convierte en lienzo para inmortalizar aquello que amamos y queremos recordar hasta el final de nuestros días, pero razones hay muchas. Algunos se tatúan por cuestiones estéticas (véase tatuado de cejas) o incluso por formar parte de un grupo... Pero otros, como Stian Ytterdahl, un joven originario de Noruega, deciden tatuarse únicamente por que pueden.

Ytterdahl, de 18 años de edad aceptó tatuarse un recibo de McDonald's como parte de un reto que sus amigos le impusieron supuestamente como "castigo" por ser promiscuo y libertino.

La idea original, era que el adolescente escogiera entre tatuarse una Barbie en los glúteos o bien, un recibo de McDonald's, siento este último su elección final para mostrarlo por el resto de su vida:

"Cuando estábamos en el restaurante el lunes me dijeron que me tenía que tatuar una Barbie en el trasero o el recibo en mi brazo (…) es divertido pensar que tengo un tatuaje que nadie ha visto antes. Incluso tiene la hora y fecha" dijo el adolescente en una entrevista.

Y éste no será el último. Según las declaraciones del artista de tatuaje que trabajó en el "castigo" de Ytterdahl, el recibo de McDonald's habría sido el diseño más extraño que alguien haya pedido en su carrera como tatuador. Curioso por la valentía del muchacho, se ofreció a "entintarle" un segundo recibo en el otro brazo sin cargo extra, ofrecimiento que Stian Ytterdahl aceptó y agendó

para el próximo lunes.

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Sobre la respuesta de sus padres, el joven asegura que definitivamente no resultó de su agrado, pero que se trata de un asunto de "la edad" ya que después de todo, "solo se vive una vez."

"Recibí un correo de mi padre diciéndome '¿qué demonios has hecho, crees que vas a venir a casa con eso?' [...]Creo que es sólo diversión. Tal vez no lo será cuando tenga 50 o 60 años, pero es mi elección".

A raíz de este caso, se especuló que la noticia podría tratarse de un truco publicitario, pero ¿Qué ha dicho McDonalds al respecto? El vocero de la compañía en Noruega negó tener relación alguna con el atrevido muchacho, sin embargo, aclaró que le parecía una idea estupenda y celebró la lealtad del cliente.

¿Tonto o no? Definitivamente hemos visto peores casos. Recordemos a la mujer que en el 2005 se tatuó "Golden Palace" en la frente a cambio de 10 mil dólares para pagar los estudios de su hijo, dinero que al final de la historia, no alcanzó para cubrir su propósito y terminó recibiendo 5 mil dólares extra "por la molestia."

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Elizabeth.rosales@sandiegored.com