Una manera de saber esto es conocer cuál es el sueldo, así como todas las partidas adicionales que recibe cada legislador. La suma de todas nos permite comparar con legisladores de otros estados o entre los locales y los federales. Sin embargo, esta información no es fácil conseguir pues los sueldos, prestaciones y partidas adicionales no aparecen publicados en la página electrónica de ninguno de los Congresos de cada estado del país o inclusive a nivel federal. Una prueba mas que la transparencia es mas discurso que realidad.

Otra manera de saber, aunque en términos mas gruesos, es dividir el presupuesto total del Poder Legislativo entre el número de legisladores que tiene. Esto nos daría el costo total por legislador y nos permitiría comparar con congresos de otros estados y el federal. La cifra resultante por sí sola no debe usarse para calificar a un legislador o a una legislatura. Lo que se busca es un comparativo de costos que pueda servir como un elemento, entre otros más, para el análisis de la productividad y eficacia de un congreso. Éste método no es aplicable al Poder Ejecutivo ni al Poder Judicial porque estos son de naturaleza distinta al Poder Legislativo.

Veamos: El presupuesto del Congreso de Baja California es de 700 millones de pesos (en todos los casos usaré números redondeados, aplicables a 2014, anuales y en m.n.) y tiene 25 diputados. Al dividir el presupuesto total entre el número de diputados nos da que el costo por diputado es de 28 millones. Bajo esta óptica, en BC el costo por diputado es el más alto de todo el país.

El presupuesto de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión es de 6,700 millones divididos entre 500 diputados el costo por diputado federal es de 13.6 millones.

El presupuesto de la Cámara de Senadores es de 3,700 millones de pesos entre 128 senadores el costo por senador es de 29 millones.

Los presupuestos totales de los poderes legislativos por altos que puedan ser y contrario al sentir popular, simplemente no pintan en el gasto total de los gobiernos. Veamos por qué: El presupuesto total del Gobierno del Estado es de 40,000 millones y el del Congreso de BC 700 millones de modo tal que el gasto del Congreso representa solo una sexta parte de 1% del total del presupuesto. Es decir de cada 100 pesos del presupuesto de BC 18 centavos le corresponde al Congreso del Estado.

El presupuesto total del gobierno federal es de 4 billones 470,000,000 millones. De esta cifra al Poder Legislativo (diputados y senadores) le corresponden 10,400 millones que representan menos de una quinta parte de 1% del total de erogaciones. Es decir de cada 100 pesos que gasta el gobierno federal 20 centavos le corresponde al Poder Legislativo.

Los datos anteriores nos dan una idea muy clara del ínfimo peso del poder legislativo en el gasto total pero esto no debe servir como excusa para que el presupuesto de los poderes legislativos sea mayor. Al contrario.

Para redondear el cuadro agrego estos datos comparativos: El IFE cuesta 11,800 millones y aproximadamente la mitad se les entrega a los partidos políticos nacionales, (que luego se quejan del alto presupuesto del IFE?!). El Poder Judicial cuesta 50,200 millones, es decir 1 de cada 100 pesos del presupuesto total. El grueso del presupuesto federal lo gasta el Poder Ejecutivo Federal.

Qué cuentas nos rinden los diputados y senadores más allá de discursos. ¿Cuáles son los logros concretos?, que me consta los hay. Si bien el costo de los aparatos de gobierno debe ser un tema de atención y su gasto debe ser transparente y eficiente lo que más debe importar son los resultados que rinden a los ciudadanos. Esas cantidades por altas que puedan ser resultarían pequeñas ante la presencia de buenos resultados.

El Congreso de BC tiene ante sí una excelente oportunidad para reducir costos eliminando la partida de gasto social, reduciendo la de comunicación social, así como eliminando y fusionando comisiones que no generan beneficios para los ciudadanos. Los diputados que logren eso serán unos verdaderos representantes populares.

gastonluken@gmail.com