WAGHINTON, D.C.- Uno de las promesas de Barack Obama su primera campaña quedan pendientes; proteger a la comunidad gay, lesbiana, trangénera y bisexual contra la discriminación laboral. Logran tal ley no ha sido fácil, pues requiere del apoyo del Congreso federal, algo que durante los últimos cuatro años no lo tiene (por lo menos de una de las dos cámaras).

Pero con solo poco más de dos años quedando de su legado como Presidente, Obama aparentemente ya se decidió y seguirá adelante por sí solo en éste tema, como lo ha hecho con otros.

Hoy, la Casa Blanca filtró a los medios el hecho de que pronto el Presidente firmará una orden ejecutiva que establezca como ilegal la discriminación laboral hacia personas de la comunidad LGBT que trabajan para contratistas federales, que en total suman hasta 16 millones de trabajadores en el país.

Actualmente ya es ilegal tal discriminación en el gobierno federal, pero activistas llevan años pidiéndole al Presidente Obama acción en cuanto a todos los trabajadores de empresas que tienen contratos con su administración. Específicamente, esto afectaría a los millones de trabajadores de contratistas en el sector militar, de infraestructura y de salud.

"Ninguna ley federal actual protege adecuadamente a los trabajadores y trabajadoras lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) contra la discriminación laboral. Es por eso que el presidente ha apoyado durante mucho tiempo la legislación federal para prohibir explícitamente a los empleadores que discriminar sobre la base de la orientación sexual o identidad de género", añadieron las fuentes de la Casa Blanca.

"Los mantendremos al tanto", dijeron, en cuanto a la pregunta sobre cuándo (o si realmente lo hará) firmará tal orden.

El año pasado, el Senado aprobó la Ley de No Discriminación en el Empleo (ENDA en inglés), que haría ilegal tal discriminación laboral en todo el país, tanto sector público como privado. Pero la ley ni siquiera ha sido sometida a consideración por la Cámara de Representantes, controlada por el partido republicano. Es por eso que el Presidente ha estado recibido presión para actuar, como pueda, por sí mismo.

Este es apenas uno de los varios temas que han sufrido nulo progreso en los últimos años, debido al parálisis político en el Congreso federal. La cámara baja es controlada por un partido republicano totalmente opuesto a las políticas del presidente, mientras que el senado está en las manos de los demócratas.

La reforma migratoria es otra de estas víctimas del parálisis, junto con un aumento al salario mínimo, más inversiones en infraestructura y hasta la lucha en contra del cambio climático (Obama de hecho, tiene más poder sobre éste último que otros, y lo demostró hace unas semanas).

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jose.sanchez@sandiegored.com