Tijuana

Tijuana Innovadora y el gran delirio (segunda parte)

La otra cara

¿Innovamos o Maquilamos?

Tijuana se encuentra lejos de ser una ciudad innovadora, si bien es cierto que su explosivo crecimiento la ha convertido en una de las ciudades más importantes del país, esto no la vuelve ningún epicentro del desarrollo tecnológico. De hecho las actividades de formación de recursos humanos especializados y la investigación en Baja California se concentran mayormente en Ensenada.

El gerente de Delphi, uno de los exponentes de la última edición de Tijuana Innovadora, expresó que el modelo maquilador le ha hecho daño a Tijuana en la creación de capacidades humanas y técnicas. Por ello, menciona, es difícil encontrar personas mayores de 35 años con capacidades gerenciales o habilidades para actividades de ingeniería y diseño. Por otro lado, según el Índice de Competitividad Estatal, Baja California tiene una calificación de 26.07 de 100 puntos, ubicándolo por abajo de la media nacional que es de 34.95.

La palabra innovación se ha incorporado al discurso de políticos, empresarios, asesores, consultores y académicos, sin embargo si les preguntáramos qué es innovar pocos sabrían dar una definición. Para salir de esta indefinición usaré la que proporciona la OCDE: "La introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores".

Sin embargo si revisamos nuestro papel en lo que se denomina como cadena global de valor, nos daremos cuenta que en realidad la innovación en productos, bienes y servicios usualmente se lleva a cabo en otras partes del mundo.

Momento no me confundan con un pesimista, quiero apuntar sobre algo más profundo que una actitud pesimista u optimista de la realidad. Tijuana Innovadora descansa sobre el triunfo de la leyenda blanca de Tijuana, es decir vender ante la opinión pública (local y nacional) una Tijuana rumbo a la utopía.

Tijuana incubadora

Siendo más sinceros, la dinámica real de la ciudad es más la de una incubadora. Las instituciones que fomentan la innovación y el desarrollo aún están en su fase embrionaria. De igual forma los proyectos que buscan transformar la ciudad apenas están arrancando. Si bien se habla de una innovación en la cocina, esta innovación sólo está al alcance de unos cuantos, por lo que no constituye un verdadero impacto social.

De todos los eventos realizados, durante la última edición de Tijuana Innovadora, sólo los talleres tienen potencial de desencadenar algo innovador. Lo demás es sólo publicidad. Y es aquí donde la incubación se vuelve más real que la innovación.

La diáspora y el delirio

Para quien pudiera pagar se ofrecían conferencias magistrales que parecían más charlas motivacionales y palmaditas en el hombro que un foro de discusión y autocrítica. Un mantra sacado de libro de superación personal envolvía a los asistentes del evento pasado; "gracias por ser parte de la grandeza".

El asistente común y corriente pasaba por un lugar atiborrado de gente en donde una gran sección se encontraba ocupada por un puesto de exhibición de Telnor. Si continuaba el recorrido se topaba con otro stand de una empresa cartonera, si era paciente y avanzaba veía como se ensambla un pick up, que por supuesto no se diseña ni se piensa en Tijuana. Para la elite se ofreció un punto de encuentro y la oportunidad de reafirmar su status asistiendo a las cenas de gala.

Esta edición se concentra en la "diáspora mexicana" y pretende tejer redes con los mexicanos al otro lado de la frontera; "dar luz y voz". Para ello se repite la formula y se redirecciona el marketing, haciendo más hincapié en las bondades de la ciudad como la "ventana de México". Un especie de vive Tijuana-vive México.

El delirio se puede ver en que después de darnos palmadas y autoreafirmarnos como la cuna de los entrepreneurs, los problemas sociales que aquejan a Tijuana siguen: un transporte público ineficiente –por no decir obsoleto-, cero proyectos para el problema de los deportados, proliferación de centros comerciales y tiendas de autoservicio, entre otros.

Me parece que este tipo de eventos debería caminar por una senda más firme y dejar de ser un gran truco publicitario. Aprovechar la magnitud del evento y recursos para fomentar programas en donde de verdad se necesitan, articular el sistema urbano, afrontar el problema de los deportados y migrantes, establecer un diálogo con la ciudadanía. Hablar de espacios públicos, por ejemplo. Sólo así podremos hablar de una Tijuana Innovadora.

info@b1mas4.com[/b]

binomio (1+4) Frontera digital, es una revista electrónica que nace en la región de Tijuana-San Diego y aborda temas políticos, sociales, económicos y culturales.

http://b1mas4.com

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