WASHINGTON.- La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, viajará este sábado a la frontera con México al frente de una delegación de congresistas para informarse de la crisis humanitaria creada por el torrente de niños inmigrantes que llegan sin compañía al país.

La congresista demócrata por California y la comitiva de legisladores se reunirán con autoridades fronterizas y de aduanas, así como con un grupo de niños que se encuentran detenidos en un albergue del sur de Texas tras haber cruzado, al igual que otros miles, la frontera con México en los últimos meses.

Pelosi viajará acompañada por los representantes demócratas Rubén Hinojosa, de Texas, presidente del grupo legislativo hispano de la Cámara de Representantes; Steven Horsford, de Nevada, y Filemon Vela, también de Texas y miembro del Comité de Seguridad Nacional de la cámara baja, cuya oficina anunció el viaje.

"La crisis humanitaria que se está desarrollando en toda la frontera sur de nuestro país exige al Congreso unidad y encontrar soluciones meditadas, compasivas y bipartidistas", dijo Pelosi en una declaración difundida este jueves.

"Los miles de niños no acompañados que cruzan nuestras fronteras para escapar de la violencia merecen ser tratados humanamente y con dignidad, no como una oportunidad partidista", dijo Pelosi, quien también envió una carta al presidente de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, instándole a buscar "soluciones bipartidistas" a la crisis humanitaria en la frontera sur.

"Debemos asegurarnos de que nuestras leyes se cumplen totalmente, de que a los niños que llegan sin compañía se les aplica el proceso debido y de que se les protege su seguridad y bienestar", dijo la presidenta de la minoría demócrata, que también instó a "abordar las raíces del problema".

Según datos del Gobierno estadounidense, unos 90 niños no acompañados cruzan la frontera suroeste diariamente, y ya suman unos 52.000 los niños detenidos en los últimos 9 meses tras entrar en este país, que podrían alcanzar la cifra de 100.000 a final de año.

A eso se suman los 39.000 adultos acompañados de niños detenidos por las autoridades.

El presidente Barack Obama pidió este jueves a los padres centroamericanos que dejen de enviar a sus hijos a la frontera y aseguró que los que lleguen serán enviados de regreso a sus países y, lo que es peor, corren el riesgo incluso de no llegar.

"Ni siquiera sabemos cuántos de esos niños no lo logran (llegar al país)", afirmó Obama, quien alertó de que muchos de los pequeños pueden ser víctimas de tráfico sexual, morir al caerse del tren en el que viajan o sufrir otros percances.

Boehner creó esta semana un grupo especial de trabajo en el seno republicano de la Cámara para abordar el tema y escribió al presidente Barack Obama proponiéndole enviar a la Guardia Nacional, para apoyar las labores de la Patrulla Fronteriza.

Sin embargo, la Administración ha descartado esa posibilidad y ha establecido una estrategia de coordinación entre las diferentes agencias federales que pueden ayudar a paliar la crisis.

Asimismo, la Casa Blanca y el Departamento de Estado coordinan labores de cooperación con los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador, principales países de origen de los pequeños inmigrantes.

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