Transportémonos al año 2078 en el tiempo, a 128 años del 'Maracanazo' y a 64 años del 'Mineirazo'. Las 2 tragedias más importantes no sólo del futbol brasileño, si no de una nación que sintió cómo fueron siete misiles a sus corazones, que veían cómo la infraestructura de sus cuerpos caían tras cada impacto que tocaba la red de ambas porterías, caída que ni la tibia respuesta equivalente a una roca directo a un tanque de guerra con el gol de Oscar podía evitar.

Seguramente varios de los niños que hoy miramos llorar sin consuelo serán de la tercera edad y le contarán a sus hijos y nietos todavía con dolor la pesadilla que vivieron el 8 de julio del 2014 en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte. Esos mismos ancianos que en el 2014 se cansaron de escuchar las historias de sus propios abuelos acerca del 'Maracanazo' hace 128 años. Explicarán como diferencia que aquella selección de Ademir y Zizinho llegaba con una soberbía ante una víctima Uruguay que era liderada por el capitán Obdulio Varela y recibieron la peor derrota de sus carreras. En el 2014 parecía que aprendían la lección respetando a todos sus rivales, demasiado, pues hasta en el estilo de juego se preocupaban más por no recibir goles.

El Sr. Silva relata como apenas recuerda el capítulo rojo de la historia brasileña, "fue un mundial creado entre dudas, una nación inestable y manifestaciones constantes. La presión de como la 'canarinha' debía ir pasando cada fase de manera infartante. A pesar de todo, los aficionados estaban confiados de ganar el campeonato, aun traicionando el que por muchos años llamaron 'Jogo Bonito', pero anteponíamos el corazón por sobre todas las cosas", relataba.

"Iniciamos el mundial de mala manera con un autogol del carismático Marcelo, pero nuestra fe era sólida y entonces apareció nuestro ángel Neymar para empatar y gastamos rápidamente nuestra ayuda obligatoria en el primer partido contra Croacia cuando no encontrábamos el rumbo. Entonces 'Ney' anotó el segundo. Y Oscar maquilló el resultado de último minuto para salir del primer obstáculo. Luego vino México, nuestro 'coco' durante esos años, no podíamos ganarle, y siempre sufríamos. No fue la excepción, a pesar de que estuvimos presionando, ellos tuvieron a Guillermo Ochoa, y nosotros a Júlio César que evitaron los goles. Por último Camerún donde nos confirmamos como una selección fuerte ganando 4-1 con una excelente actuación de todos".

"El primer partido de octavos fue en el Mineirao, ya era un aviso. Porque a pesar que iniciamos ganando con un tanto de David Luiz, Chile nos exhibió las carencias. Nuestros centrales eran las estrellas, ellos marcaron bien a Neymar y cuando llegó el final pitado por el árbitro, todos estábamos atónitos, porque estaríamos en prórroga ante Chile, a quien les habíamos ganado 3-0 en Francia 98 y Sudáfrica 2010. Esto no podía pasar en nuestra casa. Intentamos todo, pero un tal Claudio Bravo que luego sería compañero de Neymar nos arruinó la fiesta. Al fina ellos nos callaron con un tiro al travesaño y fue cuando mi mamá me dijo que este partido lo ganábamos, ellos desaprovecharon su oportunidad y dios estaba de nuestro lado en los penales. Y así fue Júlio César atajó 2 y nosotros celebramos con júbilo".

"Luego vinieron los cuartos de final ante la revelación del torneo, Colombia. Afortunadamente nos volvimos a adelantar en el marcador temprano en el partido con un gol de Thiago (le recorre una sonrisa y lágrima) y me atrevo a decir por lo que me dijo mi papá que ese fue el mejor juego que tuvimos en el torneo. Teníamos controlado el partido, tanto que logramos meter el 2-0 con un increíble gol de David Luiz de tiro libre. entonces ellos apretaron y nosotros nos relajamos, metieron un gol de penal del que fue hasta en ese tiempo el mejor jugador del mundial, James Rodríguez. Acabamos de forma inexplicable sufriendo y eso se prolongó cuando Thiago y Neymar se perderían las semifinales por suspensión y lesión"

"La previa del partido ante los alemanes nos favorecía, les ganamos la final en Corea-Japón 2002. Teníamos una racha invicta de 39 años. Y estábamos en nuestra casa. Aún así la fe de la gente decayó cuando supieron que Neymar se perdería el resto del mundial por fractura de vértebras. Llegó el 8 de julio, el ambiente pletórico y cantando el himno completo acapella. El partido comenzó y no le prestamos el balón a los alemanes durante los primeros 5 minutos. Pero ellos fueron leyendo el juego y consiguieron un poco de la posesión. A los 11 minutos nos cayó el primer dardo en un tiro libre donde hizo falta la presencia de papá (Thiago Silva), Thomas Müller se fue de todos y remató sin marca en el área chica. Nosotros sabíamos que esto era posible, por ello seguimos alentando. A los 23´se nos rompió el corazón, las lagrimas brotaron, y es que nos habían hecho el segundo gol y por si fuese poco fue de Miroslav Klose, un delantero que jamás fue una figura mundial, ni un fenómeno, pero superaba a Ronaldo, al verdadero fenómeno Ronaldo. Todavía ni nos recuperábamos y sucedió algo histórico, Toni Kroos nos hizo un doblete en un minuto. Ya estábamos con desventaja de 4 goles. Mi madre llorando, mi padre igual, él más por la impotencia de no jugar, pero no podía estar con él para consolarlo. Sami Khedira que nos hizo pedazos en el medio campo y todavía anotó el quinto gol. En el segundo tiempo salieron por amor a la playera, nos duró 15 minutos en donde crearon 4 ocasiones de gol claras, pero su portero estaba inspirado como todos los que nos enfrentaron. Ellos metieron a Andre Schürrle y nos hizo dos más, ya no teníamos lagrimas. Oscar hizo el del honor, pero ni con ese nos sentimos menos peor", concluía el Sr. Silva

Esta historia era escuchada por los oídos de Thiago Silva, hijo del Sr. Silva y nieto de Thiago Silva, defensa brasileño den el 2014 antes de unirse a la convocatoria de la selección de Brasil para disputar la Copa del Mundo Brasil 2078.

Últimas noticias de Tijuana y San Diego

[/p][/p]

Sígueme en Facebook como Said Rodriguez.

Sigue a San Diego Red en Facebook y Twitter.

Said.Rodriguez@sandiegored.com (@Saidgol)