FERGUSON.- El gobernador del estado de Missouri, Jay Nixon, eliminó el toque de queda que él mismo había impuesto hace dos días en el poblado de Ferguson, ante las críticas de que esto había alterado demasiado los ánimos de una comunidad que apenas lograba la paz después de varios días de disturbios.

El gobernador había justificado su decisión debido a los reportes de varios manifestantes que no habían tomado la ruta de la paz durante sus protestas por la muerte de Michael Brown, un joven de 18 años afro-americano que fue balaceado por un oficial bajo circunstancias controvertidas.

Varios miembros de la comunidad y otros en los medios criticaron la medida de imponer un toque de queda, porque reinstauró un ambiente de desconfianza entre los manifestantes y las autoridades, crispando la situación de nuevo después de que fue calmada por el nuevo jefe de policía, Ron Johnson de la Patrulla de Carreteras de Missouri, cuando éste relevó al jefe de policía anterior, quien a su vez era acusado de empeorar la situación de violencia con un uso excesivo de fuerza.

Pero al menos dos personas sufrieron heridas de bala y siete fueron detenidas en otra noche de disturbios ayer, según informó el capitán Johnson, que precisó que los disparos procedieron de los manifestantes.

No obstante la remoción del toque de queda (que duraba de medianoche a las 5:00 a.m.) el gobernador Nixon anunció que traerá la Guardia Nacional a Ferguson, asegurando que pretende restablecer la paz y el orden. Efe reporta que el gobernador justificó la presencia de soldados de la Guardia Nacional debido a que las protestas pacíficas se han visto alteradas por actos de violencia criminal perpetrados por un número creciente de individuos, "muchos de ellos ajenos a Ferguson y al Estado de Missouri" reportan.

"Condenamos estas actividades criminales, incluidos los tiroteos contra las fuerzas de seguridad y los civiles así como el lanzamiento de cócteles molotov, los saqueos y los intentos de bloquear carreteras y asaltar el puesto de mando unificado", señala el comunicado oficial del gobernador.

Mientras tanto, la familia de Brown sostuvo una conferencia de prensa en donde revelaron los resultados de una autopsia privada realizada sobre el cuerpo del joven. Según ésta, Brown recibió seis balazos antes de fallecer, y aunque pudo haber sobrevivido los primeros cinco, el sexto fue letal. Tampoco mostraba señas de algún forcejo, algo que la policía de Ferguson argumentaba era prueba de que el joven afro-americano se había impuesto al oficial; la autopsia demuestra que no fue así (e igual, varios testigos).

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jose.sanchez@sandiegored.com