Frustrada por no poder ver el escenario durante la ceremonia de clausura de los primeros Juego Invictus en Londres, la pequeña Isabelle Nixon de tan solo cinco años de edad irrumpió en llanto, fue entonces que un joven decidió levantarla en sus hombros y comenzó a bailar con ella mientras la banda Foo Fighters tomaba el escenario.

La sorpresa para la Isabelle fue que se trataba del mismísimo Príncipe Harry, quien la sostuvo ahí durante toda la presentación.

El príncipe ya había conocido anteriormente a Adam Nixon, padre de Isabelle, durante los juegos debido a que es veterano de la guerra de Irak, incluso se tomaron algunas fotografías juntos. Aún así el acto lo tomó por sorpresa de igual manera.

Debido a la emoción que la pequeña sintió al ver al escenario, no se percató de quién la había "rescatado" hasta que su madre Taryn se lo dijo, cosa que emocionó de sobremanera a la pequeña Isabelle, quien ahora puede presumir que un príncipe la ayudó cuando lo necesitaba.

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