CHIAPAS.- Ramón Álvarez venció por las tarjetas al menor de la dinastía, Omar Chávez en una pelea llena de morbo por algo que sería la previa de una batalla que podría darse el siguiente año entre Julio César Chávez Jr. y Saúl 'Canelo' Álvarez.

Fue una pelea que desde un inicio se definió por ser plantada y trabajada a distancia, se agradecía que se alternaban la iniciativa y constantemente caían en contragolpe, los primeros tres rounds eran parejos, pero con una técnico un poco más pulida de Álvarez.

Poco a poco Álvarez fue al frente y exhibió al "businessman" que ya tenía algunas huellas en el rostro y sin mucha respuesta. De hecho sin respuesta.

La batalla se tornó torpe y sucia. Álvarez siempre persiguiendo a Omar que demostró que el boxeo no se le da como desearían los mexicanos, no obstante siempre estaba la amenaza de que con el "punch" que alguna vez mostró pudiera resolver el feudo.

Concierto de volados sin acertar, muchos jabs y pocos 'uppers' en términos generales aburridas y que al final Álvarez tampoco fue a buscar el nocaut cuando ya se sabía ganador en la decisión.

La sorpresa llegó en las tarjetas y no por un robo, si no por que los jueces determinaron poca diferencia en el resultado, pues al final quedaron 96-94, 96-94 y uno un poco más pensante con 98-92 todas para Ramón Álvarez.

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