La cocina puede ser toda una experiencia creativa, de constante aprendizaje y de diálogo con la naturaleza, y además convertirse en una empresa exitosa, tal como la ha vivido el chef español José Andrés, considerado por la revista Time en 2012 una de las cien personas más influyentes del mundo.

"Creatividad culinaria para cambiar el mundo", se tituló la conferencia magistral que el cocinero –como él prefiere ser llamado- José Andrés ofreció en el arranque de la segunda jornada de Tijuana Innovadora 2014, "Diáspora Mexicana, el talento que voló al norte".

Nacido en España, José Andrés llegó hace 23 años a Estados Unidos a conquistar con su cocina innovadora a partir de restaurantes y conceptos como ThinkFoodGroup, Mini Bar, Oyamel, China Poblana, entre otros; e impartir la clase de "Ciencia y Cocina" en Harvard.

El también conocido como "el rey de las tapas", viaja por todo el mundo y aprende de distintas gastronomías para después modificar platillos e imponerles su estilo sin alterar sus ingredientes. "Yo no abro restaurantes, cuento historias y me expreso a través de la cocina", resumió José Andrés.

"Uno tiene que enamorase y sostener un lenguaje con los alimentos", platicó el reconocido chef, y es así como transforma y seduce con la sorpresiva presentación que logra de, por ejemplo, tacos, mojitos y margaritas, que conservan sus propiedades y sabores, pero de forma más "seductora" y placentera a todos los sentidos.

Otra experiencia que enorgullece al cocinero José Andrés es la aportación que le hace a la humanidad, pues parte de sus utilidades van hacia grupos vulnerables con problemas alimenticios, a los que no sólo les da los peces sino "los enseña a pescar", es decir, a preparar los alimentos de forma barata y nutritiva sobre a todo ahora en la era de comida cada vez más industrializada.

"¿Qué prefiere comer la gente, lo que prepara un señor cocinero o las hamburguesas que te vende un payaso?", se preguntó José Andrés, quien incluso hasta aprendió a bucear para ir a atrapar las especies marinas que prepara en sus restaurantes, y convertir en toda una aventura lo que antes era simplemente ir al mercado a comprar los ingredientes.

Tijuana, a la que regresó después de 23 años, siempre es una grata experiencia para José Andrés, y compartió con el público su gozo de ir al Valle de Guadalupe, comer tacos o los mariscos de carreta en La Guerrerense de Ensenada. Se dijo sorprendido que en México en general "se come en la calle alimentos tan deliciosos y frescos que en España o Alemania sólo puedes comer en restaurantes de lujo".

"Es muy bonito ver ese nivel de gastronomía en la calle, sobre todo en una frontera, que como todas las fronteras se pueden imaginar como tierra de nadie, lugares oscuros, historias negras; pero ves todo lo contrario, ves crecimiento, desarrollo y creatividad", expuso José Andrés que también es fundador de la organización altruista World Central Kitchen.

Aprender y compartir es la constante de José Andrés porque "yo soy lo que soy gracias a la cocina".

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