ESTADOS UNIDOS.- Todas las personas tenemos inseguridades sobre nuestros cuerpos o formas de ser. Algunas más fuertes que otras y en ocasiones más o menos visibles. Quienes tienen cabello lacio piden tenerlo rizado y los introvertidos quisieran tener más amigos. Esa necesidad interna de lucir como el resto es comprensible desde una lógica donde buscamos ser aceptados para gustarle al otro.

John David Glaud es un joven que llegó a pesar más de 163 kilos. Un nivel de obesidad alarmante que además de malsano, es rechazado socialmente a partir de un estándar de belleza que exige no solo una silueta delgada, sino tonificada también. Naturalmente, Glaud no soportaba la idea de verse sin ropa y decidió ejercitarse para cambiar este aspecto.

Pensó que para vencer su inseguridad tendría que adelgazar; perder el peso excedente que a consideración propia deformaba su cuerpo y a través de una rigurosa disciplina, John David logró transformarse en un hombre nuevo que de pesar 163 kilogramos bajó hasta la sorprendente cantidad de 90 kilos.

Aun así. Nacieron nuevos miedos y con ello un video donde nos explica con sinceridad aquello que la gente no cuenta sobre perder peso: la lucha por formar una buena autoestima entendiendo que adelgazar no lo es todo. También es necesario aprender a quererse.

"Me siento cómodo con ropa, pero no me siento igual desvestido" narra para un video donde describe su nuevo reto: Aceptar que la piel de su cuerpo quedó holgada en un proceso comparable a lo que ocurre con un globo al ser desinflado.

"Quiero que la gente entienda que nunca deberás dejar que una piel holgada te detenga de cumplir tu sueño. Mi sueño es ser muy feliz en mi piel, y lo soy. De donde vengo y donde estoy".

VIDEO: MI INSEGURIDAD MÁS GRANDE

Vía Huffington Post

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Elizabeth.rosales@sandiegored.com