MUNDO.- Un poster que en ocasiones circula en Facebook, Tumblr y demás redes sociales, dice que si tenemos comida en nuestro refrigerador, ropa y un techo donde dormir, somos más afortunados que un 75% de la población mundial.

Si estás leyendo esto, seguramente cuentas con un celular 'smartphone; o una computadora propia. Y si nos lees desde la oficina, entonces eres parte de la población que sí cuenta con un empleo, pues datos recientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un 60% de mil 800 millones de jóvenes en el mundo no estudian ni trabajan, aunque no por flojos y desobligados, sino por falta de recursos y oportunidades laborales.

Nosotros somos parte de una minoría que tiene miles de razones para sentirse agradecido con la vida, a pesar de todos los males que aquejan nuestro entorno. Si te has despertado preguntando qué puedes agradecer cuando la humanidad sufre hambre, crueldad e injusticia, queremos recordarte que también hay muchas razones para sonreír y agradecer un día más de vida para compartir con nuestros seres queridos:

Por la familia: Si nos dieron la vida, o si nos educaron sin ser padres biológicos, la familia es el único lazo que no se puede romper, y aunque todos tenemos defectos, hoy es día para agradecer sus virtudes y apapachar todo lo bueno.

Por los amigos: son la única familia que sí podemos escoger. Sin necesidad de soportarnos, están siempre para nosotros al pie del cañón, dispuestos a defendernos, apoyarnos y reír y llorar.

Por nuestros cinco sentidos: ver, oír, tocar, oler y degustar son acciones que muchas veces no valoramos porque siempre están ahí. Tomemos un segundo para reconocer que si alguno llegara a faltarnos tendríamos que aprender a vivir sin colores, música o nuestro platillo favorito.

Por la Música: es el alimento del alma pero también es divertida si la sabes bailar. Además ¿Quién no ha imaginado el soundtrack de su vida?

Por los retos: Nos permiten crecer y conocer nuevas formas de ver al mundo. En la adversidad, recuerda que existen lecciones por aprender de cada obstáculo. Y por tu trabajo, o por tu salud. Por estar donde estás hoy. ¿A qué le agradecerás?

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Elizabeth.rosales@sandiegored.com